Construir o reconstruir la propia autoestima es todo un proceso que requiere de nuestra atención, especialmente si se ha vivido mucho tiempo tratando de satisfacer las necesidades y expectativas de otros.
Este proceso parte de escucharse a uno mismo y de identificar qué hace única a la persona que somos: capacidades, limitaciones, miedos, deseos, sensaciones, etc.
Y se puede decir que el proceso culmina cuando asimilamos que cada persona es importante.
Que nadie vale más que otro y que podemos sentirnos contentos con quiénes somos, incluso si nos conocemos tan bien que podemos escribir una lista kilométrica con nuestros defectos.
Sí, incluso en este caso.
Aprender a amarse a uno mismo es uno de los más rentables de la vida. ¿No te convence?
Veamos los 10 beneficios más importantes de tener una autoestima sana, según el doctor Robert M. Sherfield.
Beneficios de tener una autoestima sana
- Estás más seguro de quién eres y de lo que tienes para ofrecerle al mundo.
- Estás capacitado para poder ver lo bueno de los demás y del mundo que te rodea. (Obviamente, pues ya has entrenado contigo mismo.)
- Te es más fácil dejar el pasado atrás y experimentar lo bueno del momento presente.
- Eres más fuerte para afrontar la adversidad y los fracasos.
- Has desarrollado la capacidad de perdonarte a ti mismo y a otros.
- Reafirmas tus valores, tu integridad y tu forma de ser.
- Cuidas más de tu salud, tanto de la física como de la mental.
- Estás en condiciones de desarrollar una postura optimista ante la vida y de vivir de acuerdo a ella.
- Estás más contento y puedes compartir tu alegría con otros más fácilmente.
- Estás capacitado para responsabilizarte de tu propia vida y de lo que haces con ella.
Puedes tener una vida de riqueza material, poder o popularidad, pero lo que más te puede acercar a la plenitud es que aprendas a ser feliz contigo mismo.
Imagen de KatB Photography