Con la llegada del otoño, el frío y la reducción de las horas de luz hacen que nos sintamos más cansados y débiles en general y que nuestras defensas experimenten un leve descenso.
Por esto, nuestro cuerpo nos pide atención y es muy importante reforzar nuestro sistema inmunitario para prevenir los molestos constipados y la gripe.
Para mejorar nuestras defensas y siempre que estemos seguros de que lo necesitamos, podemos recurrir a un multivitamínico, pero también a los alimentos que la naturaleza nos brinda en esta época del año.
Se trata de frutas y verduras con un bajo contenido en calorías y una alta concentración vitamínica que nos pueden ayudar, y mucho, a sentirnos en plena forma ahora que el frío se ha instalado entre nosotros.
Estos son 5 alimentos de otoño que refuerzan tus defensas.
1. La coliflor
La coliflor, al igual que el resto de las coles, es una fuente de virtudes inagotable. Se trata de un alimento realmente ligero (sólo contiene 25 kcal por cada 100 gr) que aporta una gran cantidad de vitaminas (B5, B6, ácido fólico y vitamina C), minerales (fósforo y potasio) y fibra.
Su contenido en derivados del azufre es el responsable de su intenso olor al ser cocinada y de la flatulencia que provoca a algunas personas.
Para evitar este efecto indeseado, la solución es comerla en crudo en ensalada, pues de esta manera provoca menos gases en el intestino. Lo ideal, en cualquier caso, es no cocerla demasiado para así aprovechar toda su riqueza nutricional.
La coliflor es una gran aliada que ayuda a reforzar las defensas y a cargar nuestro organismo de vitalidad y salud.
El mejor momento para consumirla en el hemisferio norte es durante los meses de septiembre a enero, aunque hoy en día se encuentra en los mercados prácticamente todo el año.
2. La borraja
La borraja es una verdura bien conocida en la zona norte de España, concretamente en la zona de Tudela (Navarra) y en toda la ribera del Ebro.
Es muy baja en calorías (21 kcal por 100 gramos) y un tesoro en nutrientes, ya que contiene gran cantidad de vitaminas (betacaroteno, vitaminas del grupo B y vitamina C) y minerales como el magnesio, el hierro y el calcio.
La borraja es una planta muy alta que puede alcanzar hasta el metro de altura. Su principal peculiaridad estriba en su tallo, cubierto de un suave pelo que ha de quitarse con la ayuda de un cuchillo antes de ser cocinada.
La mejor forma de consumirla es hervida y acompañada de un chorrito de aceite de oliva virgen extra en crudo en el plato. Así resulta deliciosa y muy ligera.
Entre las muchas propiedades de la borraja, destacan sus cualidades antiinflamatorias, diuréticas, sudoríficas, tonificantes y antiestrés. Un plato de borraja es un tónico que ayudará a fortalecer tu sistema inmunitario.
La época ideal para consumir va desde octubre hasta la primavera. Es entonces cuando la borraja está en todo su esplendor.
3. La pera conferencia
Los orígenes de la pera conferencia se remontan a Gran Bretaña. Fue Thomas Rivers quien comenzó a cultivar esta variedad de pera, a la que se denominó “conferencia” al recibir el galardón de honor en la Conferencia Nacional de Peras Británicas en 1895.
La pera conferencia tiene un alto contenido en agua (casi un 90%), lo que la hace muy ligera (apenas 45 kcal por 100 gr), pero también es una importante fuente de vitaminas (vitamina A, vitaminas de grupo B, vitamina C, vitamina E y vitamina K) y minerales (potasio, fósforo, calcio, magnesio, hierro, cobre y zinc).
La pera conferencia tiene propiedades diuréticas y ayuda a controlar la hipertensión debido a su escaso contenido en sodio.
Debido a la gran cantidad de vitaminas y minerales que aporta, puede considerarse como un eficaz multivitamínico natural que contribuye a reforzar las defensas.
El momento idóneo para consumirla es desde el inicio del otoño, cuando comienza su recogida, hasta bien avanzado el invierno.
4. La granada
La granada es una bonita fruta que ha servido de inspiración a muchos pintores a lo largo de la historia que, además, es rica en vitaminas (vitaminas del grupo B, vitamina C, E, K), antioxidantes y minerales (calcio, magnesio, potasio, fósforo, hierro y zinc) y que tiene un aporte calórico de sólo 68 kcal por cada 100 gr.
Para consumirla, se puede partir por la mitad y golpear suavemente los laterales con el mango de un cuchillo para que caigan los granos o bien separarlos uno a uno con las manos, lo que resulta mucho más laborioso.
Entre las virtudes de la granada se encuentran la de potenciar la salud cardiovascular, prevenir las enfermedades degenerativas, proteger el tracto intestinal y mejorar nuestro sistema inmunológico.
La época idónea para consumirlas es desde finales de octubre, cuando pueden encontrarse las primeras granadas en los mercados, hasta finales de enero.
5. Las castañas
Las castañas son un delicioso fruto seco típico de la estación invernal. Tiene un contenido calórico muy inferior al de otros frutos secos (180 kcal por 100 gr) y mucha menos grasa.
Las castañas resultan muy nutritivas debido a su alto contenido en hidratos de carbono (36,6 gr por cada 100 gr de producto), en vitamina C y en minerales (fósforo, magnesio y calcio).
Se pueden comer crudas, pero ganan mucho asadas. Para ello, simplemente hay que hacer una pequeña incisión en la castaña con un cuchillo y asarlas en la sartén, moviéndolas de cuando en cuando.
También se pueden hervir para preparar purés y confitar para hacer deliciosos postres como el marron glacé.
Las castañas son una excelente fuente natural de energía, ya que los hidratos de carbono que aporta son de digestión lenta, y ayudan a revitalizar el organismo y a proteger nuestras defensas.
La época del año ideal para su consumo son las estaciones de otoño e invierno, como la mayoría de los frutos secos.
Y a ti, ¿qué alimento de otoño es el que más te gusta?
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