¿Te encantaría hacer de la lectura un hábito y aprovechar los beneficios que conlleva?
Pues aquí tienes 7 ideas para leer un poco más y disfrutarlo muchísimo. Están especialmente pensadas para personas que leen poquito u ocasionalmente y quieren hacer de la lectura un hábito, una parte importante de sus vidas.
Vamos con ellas.
Cómo hacer de la lectura un hábito y disfrutarlo
1. Hazle un hueco a la lectura
Para hacerle un sitio a un hábito has de echar un vistazo a lo que realizas a lo largo del día. Si te parece que no tienes tiempo para leer, intenta arañar unos minutos de otra actividad.
Puedes levantarte 20 minutos antes por las mañanas; quitarle ese tiempo a la tele o aprovechar que existen los audiolibros y los podcasts para escuchar (en vez de leer) mientras haces ejercicio.
Bien. ¿Ya has seleccionado el mejor momento del día para leer? Pasemos a lo siguiente.
2. Elige lecturas que te gusten
Este es un buen consejo para aficionarte a la lectura. Porque, conforme vayas leyendo más, tus horizontes y gustos se irán ampliando.
De entrada, si no estás acostumbrado a leer, evita las lecturas complicadas o densas y selecciona el material que a ti te gusta.
Da igual si son novelas románticas, relatos humorísticos o cualquier otra cosita ligera. La clave es que sea algo divertido para ti.
Si no tienes ni idea de por dónde empezar ni estás seguro de lo que más te gusta, puedes guiarte por tus gustos en el cine.
¿Qué tipo de películas son tus preferidas? Este consejo lo leí hace tiempo en un foro de aficionados a la lectura.
También puedes dejarte aconsejar por tus amigos o por otras personas de tu entorno. Puedes visitar blogs sobre libros, foros de lectores, tiendas o darte una vuelta por la biblioteca y pasar un rato ojeando lo que hay por ahí.
3. Ten material de lectura a mano
La lectura es como el alimento que, en vez del estómago, lo digiere tu mente. Y, si a tu estómago le das de comer variado, haz lo mismo con tu cabecita.
Siempre ten a mano revistas, cursos, panfletos, libros, blogs, etc. Recursos variados para leer de los temas que te gusten y a los que acudir según el tiempo que tengas disponible y lo que te apetezca leer en ese momento.
Si me permites una sugerencia adicional, por mucho que leas revistas o blogs en Internet no dejes de tener al lado un libro, sobre todo si te interesa aprender sobre una temática en particular.
Los libros desarrollan el tema de manera ordenada y extensa. Cosa que facilita que saques más ideas en claro.
En los blogs (como este mismo) el contenido está más fragmentado y, por mucho que leas varios artículos sobre un mismo tema, el contenido no sigue la secuencia de un libro.
Corrijo: En los últimos años, está de moda hacer entradas mastodónticas en los blogs. Tú buscas porqué te pican las uñas y el artículo te dice hasta de lo que te vas a morir.
Sigo prefiriendo los libros para profundizar. Pero, si tú te decantas por los blogs, contenido no te va a faltar.
4. Si no te gusta lo que lees, déjalo
Sean cuales sean tus temas preferidos, hay material de sobra para leer. Luego, si empiezas a leer un libro y te aburres como una ostra o se te hace muy difícil, déjalo. Lo retomarás más adelante o encontrarás otra cosa.
Date un margen para saborear lo que lees. Empieza por el primer capítulo o por las primeras doce páginas, por ejemplo. Y, si la lectura no te engancha, cámbiala por otra.
Para aficionarte a la lectura, como hemos dicho, la clave está en disfrutarla. Y, créeme, cada vez la disfrutarás más y te irán apeteciendo lecturas diferentes.
5. Empieza por poquito
Si solo sacas veinte minutos al día para leer, buenos son. Suele pasar que, ya que te acostumbras a leer esos veinte minutos y a pasarlo bien, después vas encontrando otros huecos para leer.
No seas exigente contigo. No estás leyendo por obligación, sino por placer. Este cambio de mentalidad ayuda a que conviertas la lectura en un hábito sin esfuerzo.
Aun así, como en todo objetivo que se precie (y este es aficionarte a la lectura) márcate metas.
Pueden ser muy pequeñas al principio: Diez páginas al día, un capítulo del libro… ¡o menos!
No importa. Elige tu propio ritmo.
Lo que sí importa es que seas regular, que mantengas ese ritmo, así sea el de una página por día.
6. Elige un lugar agradable
Para asociar la lectura al placer, el sitio donde leas juega un papel importante. Elige el tuyo: ¿Tu sillón, la cama, la terraza, el parque…?
De preferencia, que sea tranquilo, para que te puedas meter de lleno en la historia o en lo que sea que estés leyendo.
Ya verás qué gozada: Te diviertes, te relajas y aprendes al mismo tiempo.
7. Comparte la actividad
Si tienes la ocasión y te apetece, lee con alguien. Si no al mismo tiempo, podéis leer el mismo libro, por ejemplo.
¿Se te ha ocurrido organizar un club de lectura familiar? Con tus hijos, hermanos, amigos… Como pasa cuando ves una película, es interesante poder compartir con otros lo que lees. Y todos salen ganando.
También, como seguro que sabes, hay lugares en Internet donde se reúnen lectores empedernidos y no tanto, para hablar de lo que leen y ponerse de acuerdo para leer un libro en concreto.
Conclusiones
- Hay personas a quienes les gustaría leer más y no encuentran tiempo. En realidad, no hace falta tanto. Unos minutos al día bastan para engancharse. 😉
- Personas que quieren leer y no saben qué. En cuanto empiecen a tantear el terreno, irán definiendo sus gustos.
- Personas que quieren ser lectores habituales y no consiguen construir el hábito: Hacerlo un placer es la clave.
Porque sí. La lectura es uno de los grandes placeres que están al alcance de tu mano. Y, además de eso, gracias a ella:
- adquieres conocimientos,
- amplías tu vocabulario,
- mejoras la concentración,
- estimulas tu imaginación,
- entrenas habilidades sociales,
- sobrellevas mejor la soledad, si es el caso,
- etc.
¿No se te hace que el hábito de leer es una de las mejores inversiones del día?
Otras entradas:
- 3 Razones por las que hoy quieres leer un poco.
- 15 Ideas para leer cuando estás cansado para hacerlo.
- Razones para leer en digital y olvidarte del libro físico.
Imagen de ~Matt LightJam {Mattia Merlo}