10 Ideas para sobrevivir a la sobrecarga de trabajo (HUMOR)

¿Cómo sobrevives tú a la sobrecarga de trabajo?

En esos días en los que el estrés nos desborda, en la medida de lo posible, hay que acudir al sentido del humor. Este lo hace todo más llevadero.

Si buscas ideas sensatas para afrontar el estrés, puedes encontrar algunas aquí.

Pero, si lo que te apetece es leer disparatadas sugerencias, no hace falta que cambies de post.

Ahí van las que se me ocurren a mí por el momento… 😀

Sugerencias para sobrevivir a la sobrecarga de trabajo

1. Mode: zombie on:

Ante la avalancha, conecta tu piloto automático. Nada de pensar en el fastidio horroroso que estás padeciendo. ¡Hala! Sigue sin darle vueltas, que hacerlo es peor.

Avanza dejando tus ideas deslizarse como un río desbordante, sin quedarte atascado en los detalles.

2. Chapuza de urgencia:

Relacionado con el anterior. Hay que evitar el gasto innecesario de tiempo. Siempre que sea posible y si no lo nota nadie: ¡chapuza al canto!

Sal del atolladero como sea, que a fin de cuentas no te van a postular para el premio Nobel.

¿Quién necesita la perfección cuando puedes lanzarte a una solución rápida y efectiva?

3. Descuelga lo que pilles:

Descuelga o desconecta discretamente todo aquello de donde puedan venir más obligaciones: teléfono, fax, correo electrónico, whatsapp… lo que sea.

Desconecta esas fuentes de estrés como si fueras un espía en una película de acción, cortando los cables escuchando la música de fondo de «Misión Imposible».

Y recuerda: ¡shh! No dejes que nadie se entere de tu maniobra maestra, que aquí el secreto es mantener la calma mientras el caos se desata a tu alrededor.

4. Acuérdate de tu madre:

Sí, de tu madre o de la madre de alguien de tu trabajo. A parte de auto-consolarte, libera lo suyo.

5. Di palabrotas:

Relacionado con el anterior, en algunos casos. Ya sea en voz alta, entre susurros o mentalmente, unas cuantas palabras malsonantes tienen un temporal efecto terapéutico insuperable por otras técnicas.

A veces, soltar una palabrota es como abrir la tapa de una olla a presión: ¡puf! Es un estallido de frustración que, aunque no soluciona nada, te permite respirar más tranquilo.

6. Declara tu amor a alguien:

Si realmente estás sobrepasado y tu cuerpo boicotea tu empeño por terminar las labores, dirígete a tu jefe (o jefa) o a algún compañero, y exprésales bonitos sentimientos de amor.

Hazle creer a esa persona desprevenida que has sufrido un flechazo repentino.

Ya verás como, si se lo creen, el gesto tendrá consecuencias. Pueden ponerte de patitas en la calle o bien te ganas la simpatía del contrario, cosa que puede ser beneficiosa, siempre que este te ayude o te libere voluntariamente de la carga.

7. Cuélgaselo a otro:

No soy partidaria de esta técnica ni de la anterior, pero admitamos que se usan. Para qué explicar más… Consiste en tener la cara dura y la habilidad necesarias para encasquetarle a otro todo o parte del pastel trabajo que te ha tocado.

O, bueno, también puedes delegar la tarea de un modo decente.

8. Invoca a seres extraños:

Tal y como hizo el Zapatero remendón en un cuento popular. Este nos dice algo así como que, si eres bueno, cuando te despiertes de una cabezadita encontrarás que los duendecillos del bosque han hecho el trabajo que se te acumulaba.

Gran idea. Si no crees en los duendecillos, tienes todo un mundo fantástico por invocar. Elige: hadas, elfos, espíritus, ninfas, orcos, etc.

Deja que tu mente se desate, que la locura se convierta en tu aliada. Llama a tus amigos mágicos, celebra la extravagancia y tómatelo como una aventura extraordinaria.

estrés y trabajo

9. Llora y patalea:

Apela a la compasión de quien te ha castigado con semejante tortura. No escatimes en lágrimas.

(Así no. Más llanto.)

10. Salta por la ventana:

Si nada de lo anterior ni de lo demás que se te haya ocurrido funciona, este es el último recurso. Adiós trabajo y adiós mundo cruel.

Y ahora, si te es posible y el cortisol no ha aniquilado todas tus neuronas, déjanos otro consejito que nos ayude. (Solo si eso no te estresa, claro.)

¿Lo repito? Vale: Todo lo anterior es una broma, una caricatura de ese día en el que te sientes totalmente desbordado en el trabajo.

Estudió y trabajó en Educación Especial. Desde 2010 escribe sobre desarrollo personal en esta página.

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