Estar enfermo no es agradable. El dolor de cabeza, la tos, los escalofríos y los estornudos terminan agotándote por dentro y por fuera y parecen no terminar nunca.
Siguiendo unos sencillos hábitos para mantenerte sano es posible que te libres de la gripe y los resfriados durante una buena temporada. Echa un vistazo a estos consejos y olvídate de ponerte malo.
1. Mantén tus manos limpias
Una de las maneras más fáciles de mantenerse sano es lavarse las manos con frecuencia.
Las manos nos ponen en contacto con el mundo, y también con los gérmenes. Los pomos de las puertas, los teléfonos, las barandillas y los carritos de supermercado pueden ser una trampa mortal, sobre todo en otoño y en invierno, cuando los gérmenes alcanzan su mayor esplendor.
Es muy sencillo que los gérmenes pasen de las manos a la nariz, la boca o los ojos. Si tus defensas están debilitadas, encontrarán una puerta de entrada para debilitar tu salud.
Lavarte las manos a menudo te permite eliminar los gérmenes antes de que te hagan enfermar. Si no tienes un lavabo a mano, unas toallitas desinfectantes pueden hacerte un servicio estupendo.
2. Bebe agua en abundancia
La mayor parte de nuestro cuerpo está formada por agua. El agua no sólo es esencial para estar hidratado, sino también para mantener el cuerpo funcionando adecuadamente.
Además, ayuda a eliminar impurezas a través de la orina y mejora el aspecto y la elasticidad de toda tu piel. Beber agua durante el día te ayudará a sentirte mejor.
3. Cúbrete la boca al toser y estornudar
Cubrirse la boca al toser y estornudar es otra manera de mantenerse sano y de preservar la salud de los demás.
Estornudar sobre un pañuelo puede ser también una buena solución si lo tiras después.
4. Descansa lo suficiente
El descanso es básico para que el cuerpo se recupere de la actividad diaria y pueda afrontar los retos del día siguiente.
Además, ayuda a que las defensas puedan actuar cuando es necesario y mejora la concentración y el estado de ánimo.
La excesiva actividad puede hacer que te sientas agotado y sin fuerzas, así que haz lo posible por descansar lo suficiente cada día.
5. Muévete a diario
Haga frío o calor, es necesario que hagas, al menos, treinta minutos al día de ejercicio físico. Un simple paseo te ayudará a mantenerte activo, quemarás calorías y te sentirás más animado en general.
Tu salud se verá favorecida por el ejercicio y tus defensas estarán más activas.
6. Haz por tomar el sol todos los días
Si es posible, ponte al sol cada día. La luz del sol es importante para la producción de vitamina D en tu cuerpo.
También es vital para ayudar a combatir la depresión y el trastorno afectivo estacional, que puede tener un mayor efecto durante los meses en que los días son más cortos.
7. Consume frutas y verduras
Incluye en tu dieta frutas y verduras frescas y escoge las que sean de temporada. Las frutas y verduras de temporada son las que contienen la cantidad de vitaminas, minerales y otros nutrientes que necesitas.
Las verduras congeladas también pueden servir, aunque frescas conservan mejor sus propiedades.
8. Toma un multivitamínico
Si tu dieta carece de los nutrientes que tu cuerpo necesita, puedes tomar un suplemento multivitamínico.
Los suplementos son una buena forma de obtener los nutrientes necesarios cuando la dieta es deficitaria. Puedes consultar a tu médico o a tu dietista cuál es el multivitamínico que más te conviene.
Estos son algunos consejos que te ayudarán a mantenerte sano. Si comienzas por ello, te será más fácil ir adquiriendo nuevos hábitos que mejorarán tu salud.
También puedes reducir el consumo de alimentos procesados, de alcohol y de café.
Una vez empieces el camino de la vida sana, verás que es muy sencillo mantenerse sano y en forma.