En muchas profesiones es casi obligatorio utilizar guantes. La mayoría de ellos están fabricados a partir de látex, un producto que, tras un tiempo prolongado de uso, es el responsable de muchas alergias.
Lo que se produce es una reacción alérgica a los productos que contienen látex, un tipo de savia que procede de los árboles de caucho.
El cuerpo responde a este compuesto mediante una reacción alérgica, al percibir ciertos productos químicos o sustancias como extrañas y comenzar a atacarlos.
Para ello libera histamina, con el propósito de hacer frente a los invasores, y se producen los síntomas externos de las alergias.
La reacción alérgica al látex puede manifestarse con una sensibilidad leve o producir una reacción mucho más peligrosa conocida como anafilaxia. Esta última es muy grave y requiere atención médica inmediata.
Su diagnóstico
Las alergias pueden ser diagnosticadas a través de diferentes pruebas médicas.
La más común es la prueba de la piel: se pinchan sobre el antebrazo las sustancias alérgicas más comunes y, si aparece enrojecimiento, hinchazón o algún otro síntoma externo, se considera como reacción positiva y, por tanto, como alergia.
La cantidad de alérgeno que se pone sobre la piel no es suficiente como para causar una reacción grave, por lo que no hay peligro para la salud.
Los análisis de sangre también pueden ser útiles para mostrar la presencia de ciertos anticuerpos que el cuerpo produce para luchar contra los agentes invasores. Esta prueba puede ayudar a determinar si eres sensible a las proteínas del látex.
Guantes de látex
El personal médico y farmacéutico, los trabajadores de fábricas, peluqueros y muchos otros profesionales utilizan a menudo guantes.
Algunos guantes de látex tienen un polvo en el interior para preservarlos y también para reducir la sudoración. Al quitarse los guantes, algunas de las proteínas de látex entran en suspensión y, con el tiempo, la piel puede desarrollar sensibilidad hacia él.
Algunos signos característicos de alergia al látex son erupciones, enrojecimiento de la piel y picor cuando entran en contacto el polvo y la piel.
Más síntomas
Las personas que tienen una alergia más grave manifiestan otro tipo de síntomas, como secreción nasal, estornudos, intenso picor, tos y dificultades respiratorias. Tan pronto como entran en contacto con el látex o sus proteínas, experimentan estos síntomas.
Si se produce una reacción de anafilaxia, sobrevienen los mareos, disminuye la frecuencia cardiaca y la presión arterial, aparecen náuseas y vómitos, e incluso se puede llegar a perder el conocimiento.
Las personas que sufren de alergias al látex suelen tener alergias a algunos alimentos, ya que los mismos alérgenos que hacen el látex peligroso también se encuentran en algunos alimentos.
Para empezar, si tienes alergia al látex, está bien que evites los plátanos, los kiwis, las castañas y los aguacates.
Una vez que la alergia al látex es diagnosticada, se debe informar a todos aquellos profesionales que tengan contacto contigo y lleven guantes. Deberán abstenerse de utilizarlos contigo.
También es importante que leas bien las etiquetas de los productos que utilizas a menudo para asegurarte de que no están fabricados a base de látex.