Comienzas a perseguir un objetivo que NO es compartido por las personas que te rodean. (Imagina lo que gustes: iniciar un negocio, ponerte en forma, estudiar algo nuevo, etc.)
Ya que llevas un tramo recorrido, comienzas a sentirte un poco solo. ¿La razón? No tienes con quién comentar las dificultades que estás encontrando. Ni las dificultades ni las alegrías. Quienes te rodean no las entienden del todo.
Tu familia y tus amigos de siempre hacen lo que pueden para apoyarte. ¿Qué se les puede reprochar? Pero, como están en otra onda, no sintonizan con el set de problemas y de dudas que se relacionan con tu nueva actividad.
Los éxitos que vas conquistando también se convierten en experiencias solitarias. Quienes no entienden lo que te cuesta progresar, no le ven el mismo chiste que tú.
La soledad crece a medida que progresas. Y las dudas se viven con más zozobra. ¿La propuesta?
Conecta con alguien que vaya por tu misma senda
Esto no está reñido con mantener las amistades con tu gente de siempre. Tus relaciones valiosas seguirán siendo valiosas. Es más, cuando hables con ellos su perspectiva puede serte útil.
Lo que consigues construyendo una relación o varias con personas que comparten tu objetivo es darte cuenta de que no estás solo.
Tus problemas no son únicos. Muy probablemente, descubrirás a gente que se ha visto en una situación parecida a la tuya. Te enterarás de qué hicieron para superar obstáculos similares a los que tú tienes delante.
Y, además, podrás conectar con una persona (o más de una) que entiende por lo que pasas, así como brindar tu apoyo cuando puedas hacerlo.
Tal vez ésa sea la mayor dificultad: construir una amistad real; no de ésas que se quedan en el terreno de los conocidos. No obstante, vale la pena invertir en esta relación (o relaciones), si tienes la oportunidad.
La confianza se cimenta relacionándonos con otros. Las alegrías se amplifican si son compartidas. Y cualquier problema amedrenta menos cuando alguien está de nuestro lado.
Que te sientas solo o te coman las dudas, cuando estás en un terreno nuevo, es lo normal. Pero, ¿quién dice que tengas que progresar en solitario?