La calabaza comienza a aparecer en los primeros meses del otoño y se puede conservar durante varios meses más.
Aparte de utilizarla como adorno en Halloween y en centros de mesa, también puede tener un lugar destacado en tu dieta, ya que se trata de un alimento muy saludable con multitud de beneficios.
Aquí van algunos de ellos.
Beneficios de comer calabaza
Las semillas también se aprovechan
Las pipas de calabaza tienen muchos beneficios para la salud. Se pueden comer crudas o tostadas.
Para ello, sólo tienes que secar las pipas con un papel de cocina y ponerlas en una sartén caliente, sin aceite, a fuego medio unos minutos hasta que la cáscara esté crujiente.
Las pipas de calabaza contribuyen a mantener una próstata saludable y también son ricas en zinc, un mineral del que a menudo carece nuestra dieta habitual y que nos ayuda a protegernos contra la osteoporosis.
Su contenido en magnesio es muy alto: media taza de pipas de calabaza proporciona más del 90% de la ingesta diaria recomendada de este importante mineral.
Fuente natural de beta-caroteno
El color anaranjado de la cáscara y de la carne de la calabaza se debe a su contenido en beta-caroteno, un precursor de la vitamina A.
Se ha demostrado que el beta-caroteno posee propiedades antioxidantes y antiinflamatorias y que su consumo disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Una vez que es transformado en vitamina A por nuestro organismo, el beta-caroteno favorece nuestra salud natural.
La calabaza también contiene carotenoides, unas sustancias que estimulan el sistema inmunológico y que ayudan a prevenir algunas infecciones producidas por hongos.
Contiene fibra
La calabaza contiene fibra tanto soluble como insoluble.
La fibra soluble, como sugiere su nombre, es soluble en agua, lo que produce un efecto espesante en el contenido del tracto intestinal. Esto puede ralentizar la absorción de azúcar y contribuir así a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre.
Pero la calabaza también posee tiene fibra insoluble, que no se disuelve en agua, y que, por tanto, contribuye a la motilidad intestinal.
Tiene propiedades antioxidantes
La calabaza contiene vitamina C que, además de fortalecer nuestras defensas, es un potente antioxidante.
Comer calabaza nos ayuda a luchar contra los radicales libres a la vez que estimulamos funciones corporales como la cicatrización de heridas.
Es rica en potasio
La calabaza contiene potasio, un mineral especialmente recomendado para las personas con la presión arterial alta.
El potasio puede reducir el riesgo de padecer enfermedades renales y coronarias y es eficaz para controlar los picos de hipoglucemia.
Lo mires por donde lo mires, la calabaza es un alimento que merece la pena comer. En guisos, en cremas y como acompañamiento de legumbres y carnes, tiene un estupendo sabor y muchos beneficios para tu salud.