Como ocurre con la Luna, todas las personas tenemos una cara oculta que los demás no observan a simple vista: Una cara oscura.
¿Oscura, por qué?
Porque, salvando las excepciones, la mayoría de nosotros tendemos a ofrecer una buena cara en público; una cara adaptativa, bien portada y lo más agradable posible.
Es muy humano. Deseamos ser apreciados, aceptados, comprendidos por otras personas. Por eso, cada uno elige qué parte de sí mismo desea mostrar a los demás.
No se ve, pero existe
En la vida de todos hay problemas o carencias que, quienes no tienen demasiado contacto con nosotros, no perciben.
Es el caso de una pareja que aparenta tener una relación idílica, pero dentro de casa se tiran los trastos a la cabeza, por ejemplo.
De todo hay en esa cara que no se ve. También hay esfuerzos que no apreciamos, porque la parte visible es el resultado.
Fijémonos en ese chico de cuerpo espectacular. Lo que vemos es el cuerpazo y lo que no vemos son las horas que se ha pasado trabajándolo o la dieta estricta que sigue para mantenerlo.
El engañoso lado brillante
A la gente le gusta lo positivo. Le gusta saber cómo sales airoso de un problema, cómo te enfrentas a un objetivo y lo consigues, cómo le echas valor a la vida o cómo haces el arroz sin que se pegue… Algo que dé fuerza o que sea útil para afrontar las contrariedades que cada uno atraviesa.
Yo misma he comprobado en el blog que tiene mucha aceptación hablar de esperanza, de alegría, de soluciones, de superación, etc.
Es más, cuando comparto algo de mí misma, intento que sea una experiencia que se resolvió de manera favorable. Elijo esa historia, pero hay muchas más que no cuento.
En mi vida hay fracasos, errores, arrepentimientos y un sinfín de problemas que no ven la luz aquí. Pero existen (o existieron). Igual que en la vida de cualquier persona que prefiere guardarlos para sí misma.
Las comparaciones inútiles
El éxito se muestra más que el fracaso. La virtud, mucho más que los defectos. La alegría, más que la tristeza.
Compartimos lo «bonito» para que nos acepten, nos entiendan o nos amen. O también porque los demás prefieren ver una sonrisa a una cara larga, o escuchar una historia agradable antes que vernos llorar y quejarnos. Sí, generalmente, lo bonito es más visible.
Y sabiendo que, en general, solemos comportarnos así, ¿a que resulta absurdo pretender compararnos con otra persona?
Imagínate que te comparas con una persona exitosa (como el chico del cuerpazo), sin saber nada de su esfuerzo, de su sacrificio, de si es un déspota, de si tiene una relación espantosa con su familia, etc.
Tú ves su lado brillante, únicamente ése. Y, cuando miras hacia ti mismo, ves los dos: el brillante y el oscuro. Está claro quién va a salir perdiendo en la comparación: Tú.
Conclusiones
Lo anterior nos ayuda (espero) a tener cuidado a la hora de juzgar a alguien o de llegar a determinadas conclusiones.
Aunque veamos sólo una parte de la gente y de su historia, hemos de ser conscientes de que todos tenemos una cara oculta, reservada.
Pensemos en eso antes de dejarnos llevar sólo por lo que se ve a simple vista.
carmen morella garcia rivas dice
Eso es inseguridad en ti misma tener dos caras y aparentar lo que realmente no eres,me parece por asi decirlo baja autoestima,no hay como mostrarse tal y cual como eres el que quiere te acepte y el que no bueno,pero prefiero ser una persona transparente,aunque hay ciertas cosas intimas que guardas tu para ti misma,pero eso es algo ya muy distinto,es mi forma de pensar,y creo estar en lo cierto sin duda alguna.-
Casandra - TBM dice
Hola, Carmen. 🙂
Me alegro mucho de que pienses y actúes así. Es honesto y muy valiente. 🙂 Aunque no se trata sólo de dar una imagen falsa. También está incluido quien, por ejemplo, decide reservar para sí mismo un problema gordo que tenga en casa.
Uno conversa con esta persona, que parece tan tranquila, y no se entera de lo mal que lo está pasando.
El caso es que, ya sea por una razón o por otra, detrás de cada uno hay una historia oculta, cosas que no sabemos. Pienso que es bueno tenerlo en cuenta, respetarlo y también ser conscientes de que uno mismo elige, en algún momento, qué partes hacer visibles de su vida y para quién.
Gracias por comentar!!
BC dice
¡Buenos días, Casandra!
Aunque me sigo pasando por aquí de vez en cuando, hacía mucho que no dejaba ningún comentario. Me parece una entrada muy acertada y personalmente me ha gustado mucho. En mi opinión, ser 100% transparente es directamente imposible y es que además tampoco creo que sea necesario. Es cierto que nosotros vemos todas nuestras caras (siendo algunas de ellas difíciles de aceptar si nos miramos con total sinceridad) y no así las de los demás, que sólo muestran lo que quieren, pueden o saben, dependiendo de los casos. Creo que tenemos unas fuertes raíces sociales y educativas que, en general, nos hacen mostrar lo bonito, no porque nosotros así lo decidamos siempre, sino porque en gran medida, crecimos con ese condicionamiento para ser aceptados. En definitiva, que estoy totalmente de acuerdo con lo que has querido expresar y que a pesar de ser consciente, yo también caigo muchas veces en la tentación de juzgar por las apariencias, cuando en realidad no tiene ningún sentido hacerlo, ni para bien, ni para mal.
¡Un besito y feliz día! 🙂
Casandra - TBM dice
¡Hola, BC!
Me alegro mucho de verte.
Qué bien que coincidamos en la idea, aunque tú la has expresado con más claridad, cosa que te agradezco mucho. 😀
Llevas razón. No siempre decidimos conscientemente todo aquello que queremos mostrar de nosotros mismos. Hay una parte que nos sale porque estamos acostumbrados a que sea así.
Y lo de tener un lado invisible para los demás, en principio, no es ni malo ni bueno. Simplemente, es. Aceptar que todo el mundo lo tiene nos sirve para entender mejor a los demás y a nosotros, claro.
Muchísimas gracias de nuevo por tu reflexión. 🙂
¡Besotes!
Meamanda dice
Me ayudó mucho he comprendido aún más de lo que ya sabía ha despejado y clarificado aún más mis cuestiones gracias.
Casandra - TBM dice
Gracias, Meamanda. 🙂 También es una alegría para mí poder compartir estas reflexiones.
Un saludo!
Gabriela peñafiel dice
Me ha encantado todas las reflexiones…la verdad estoy muy triste y siento ke no kiero vivir más ke este mundo es lleno de gente egoísta y me hacen sentir ke mi vida es irónica no se ke hacer pero me encuentro super mal
Casandra - TBM dice
Hola, Gabriela!
Siento mucho que ahora mismo estés tan desesperanzada.
Pues, sí. Hay gente a la que es mejor tenerla lejitos, pero también hay personas buenas (con muchos defectos, como tenemos todos, pero buenas). Hay de todo.
Quizás te cueste encontrar a personas con las que conectar y en las que puedas confiar. Lleva tiempo a veces. Pero, la hay. Y está ahí afuera, con las mismas necesidades que tú.
Deja de prestar atención a esa gente que es como tú no quieres ser y fíjate en la gente que se comporta bien con los demás. Ésos son quienes merecen tus pensamientos, tu amor, tu tiempo… Y no quien no lo valora.
Ánimo! 🙂