Cada día es distinto. Cada uno de ellos trae sus propios sinsabores y también sus encantos.
Hablemos de los segundos; de esos momentos agradables del día que merecen un poco de atención.
La mayoría son bastante comunes y frecuentes para muchos de nosotros. No para todos.
Incluso para quien tenga capacidad de disfrutarlos, no están garantizados de por vida.
Únete y celebra conmigo…
1. El instante de relax en la cama
¿Qué te parece la primera sensación placentera de la mañana?
Despiertas. Estás muy cómodo. A continuación, vas estirándote y desperezándote poco a poco.
O, si esta no es tu favorita, tienes la de la noche, cuando te relajas entre el calor de las mantas y estás a medio camino del sueño.
2. Respirar a pleno pulmón
Respiramos continuamente y estamos muy acostumbrados a esas sensaciones; cosa que no debería ser obstáculo para pararnos a apreciarlas.
¿Qué tal si te tomas unos instantes en los que respires tranquilamente, prestando atención a todo el proceso? Además de placentero, es relajante y te ayuda a concentrarte en lo siguiente que vayas a hacer.
3. El paisaje
Dondequiera que vivas, puedes maravillarte a diario con el espectáculo del amanecer, cuando el día se tiñe de color, o mirando las nubes del cielo… o la Luna rodeada de un campo de estrellas.
Sé testigo de toda la belleza que te rodea. Disfrútala.
4. El contacto físico
El simple hecho de tocar a otro ser vivo es una experiencia que merece la pena celebrar, aunque se trate de un apretón de manos o de un beso de cortesía.
Cuánto más si se trata de un abrazo de alguien que queremos, donde se siente una conexión tan especial.
5. El movimiento
La autonomía para desplazarte o para ejecutar movimientos (incluso los más simples que imagines) constituye un tesoro invaluable. Y, por supuesto, también un placer que merece, al menos, un instante para apreciarlo.
6. Lo que hacen tus manos
¿Qué hacen hoy tus manos? Lavan, preparan la comida, teclean… y puede que hasta estén fabricando un regalito artesano. Todas esas acciones producen sensaciones muy variadas. Algunas, bastante agradables.
7. Un sabor delicioso
Si hoy comes (que ya con eso hay bastante que celebrar), además de ingerir los alimentos, saboréalos.
Vive de lleno esa experiencia sensual, piérdete gustoso en el momento (en especial si ese alimento es de tus favoritos, clarooo…).
8. La risa
Qué maravillosa expresión de la alegría… Si hay algo que hoy te parece divertido, ríe. Déjate llevar, a solas o en compañía de alguien.
9. Alegrar a otro
Al hilo del anterior, aprovecha el aspecto contagioso de la alegría para que otros también sientan el calorcito de esa emoción.
El buen humor es uno de los mejores regalos que puedes hacer hoy a los demás. Muchas veces basta con una simple sonrisa. Si el receptor te la devuelve, se establece una conexión muy agradable.
10. El silencio
Hay sonidos estupendos que apreciar y disfrutar. Y, además, está el silencio, que también se «escucha». Ese instante de calma, de descanso, también es muy probable que lo vivas hoy.
A veces pasa inadvertido, por la saturación de estímulos que acompañan a esta sociedad moderna. Pero, aunque sea breve, ahí está ese breve remanso de paz para refrescar tu mente y llenarte de energía.
Muy placentero también, ¿a que sí?
En todo lo anterior me incluyo a mí misma, sumando otros pequeños instantes agradables que pululan incluso en los días más correosos y difíciles.
Cada persona puede hacer su propio inventario de momentos maravillosos. Haya más o haya menos, ¿qué tal si les prestamos atención?