Un largo viaje comienza por un primer paso. Un gran éxito, con un primer intento.
Son pequeñas acciones que, cuando las realizas o acontecen, parecen insignificantes. Y mira tú lo que nace de ellas…
El amanecer comienza con el primer rayo de sol. Una historia de amor, con una primera mirada. Una guerra, con una primera protesta. Un rascacielos, con la primera piedra. Un buen plan, con la primera idea.
Y también recuerdas el proverbio chino del largo viaje que comienza con el primer paso, ¿verdad?
Sobran ejemplos para ver lo grande que puede surgir de una cosita pequeña.
Mira lo que tú mismo has hecho comenzando con un gesto o una acción minúscula. Y, si deseas construir algo más, eso mismo puedes hacer ahora: ¡Empieza!
Hoy es el día

Cierto. Empezar no lo es todo. Tras el comienzo vienen muchos pasos más, sucesivos intentos si el primero no funciona, tiempo y esfuerzo para progresar.
El camino puede ser muy largo. Pero lo que no se empieza, no progresa. Y mucho menos llega a la meta.
Si has estado postergando algo, ¿pondrás hoy esa pequeña piedrecita que empiece o continúe lo que estás construyendo?
Podrías esperar el momento «perfecto»:
- señalar una fecha señalada, como tu cumpleaños,
- un día que sugiera comienzo: como el lunes o el 1 de enero (que da más tiempo para hacer los preparativos necesarios),
- el día en el que tengas el dinero, equipo, trámites o conocimientos supuestamente imprescindibles para comenzar.
Pero no tienes por qué esperar. Si tú quieres, el día puede ser este. Hoy mismo puede ser el comienzo de algo grande. Hoy puede ser el día en el que pongas la primera piedrecita.
Ponla. Haz esa acción “insignificante” pero certera. Da un minúsculo paso en la dirección correcta.
Si te cuesta, póntelo más fácil. Redúcelo hasta hacerlo tan poca cosa que puedas vencer la resistencia. Dale hoy una oportunidad a lo pequeño. Empieza.