Con el frío del invierno llegan también los resfriados y la gripe. Aunque parece inevitable librarse de ellos, hay ciertas precauciones que se pueden tomar para minimizar el riesgo de contraerlos.
Aquí tienes algunos consejos para luchar contra la gripe y los resfriados.
Ataca los síntomas
Si notas que estás con los primeros síntomas de la gripe o de un resfriado, tales como escalofríos, malestar general, picor de garganta o estornudos frecuentes, es buena idea que tomes medidas antes de que vayan a más.
Algunos remedios homeopáticos tienen fama de ser muy eficaces si se usan cuando aparece la primera señal de un resfriado.
El paracetamol, siempre tomado bajo prescripción médica, también te puede ayudar para que esta primera fase no avance más.
Toma un multivitamínico
Si sospechas que tu alimentación no es todo lo equilibrada que debería y que puede ser deficitaria en vitaminas y minerales, un suplemento multivitamínico te puede ayudar a contrarrestar esas carencias.
Algunos expertos en salud tienen la teoría de que nuestra susceptibilidad a los resfriados y la gripe aumenta en parte debido a la falta de vitaminas importantes para nuestro organismo.
La cantidad de vitaminas C y D3, entre otras, tienden a ser bajas en esta época si no se consume la fruta y verdura necesaria.
En estos casos, un multivitamínico de calidad puede ayudarte a fortalecer tu cuerpo frente a la gripe y los resfriados.
Procúrate un sueño reparador
El sueño tiene mucha más importancia en nuestra salud de lo que imaginamos.
Si no duermes bien, tu mente no descansa y tu cuerpo no puede llevar a cabo todas las labores de reparación que realiza mientras dormimos. Como consecuencia, nuestras defensas se van debilitando y pueden llegar a bajar peligrosamente.
Así que haz lo posible por dormir, al menos, ocho horas cada noche. Acuéstate temprano y ayúdate a conciliar el sueño tomando una infusión herbal antes de dormir y disfrutando con una lectura relajada.
Lávate las manos
Las manos son nuestro contacto con el mundo, y también con los gérmenes, los virus y las bacterias. Si no las mantenemos limpias, es muy fácil que llevemos a la boca o a los ojos sustancias contaminantes que nos puedan enfermar.
La solución es que mantengas tus manos limpias. No se trata de que te laves compulsivamente las manos cada cinco minutos, sino de que las tengas razonablemente limpias y cuidadas. Cuando te las laves las manos, enjabónatelas bien y sécatelas a fondo.
Sigue una alimentación saludable
Ésta es la recomendación más valiosa.
El frío no es excusa para comer mal. Hay una gran variedad de alimentos saludables que se pueden comer en invierno para fortalecer el sistema inmunológico y mantenerlo en forma, como las coles, la calabaza, los cereales, los boniatos, las cebollas, las granadas y los ajos, entre otros.
Los pescados y las carnes están disponibles todo el año y los mercados se llenan de cítricos, ricos en vitamina C, a medida que avanza el frío.
Las verduras congeladas también son una opción, ya que conservan las mismas vitaminas y nutrientes que cuando están frescas.
Imagen: William Brawley cc