Dejar de fumar: No es el momento apropiado

¿Cómo? ¿Este no es el momento apropiado para dejar de fumar?

Vale. Hay momentos para dejar de fumar que son más apropiados que otros.

Por ejemplo, si coincide el día de dejar de fumar con el que estás firmando los papeles del divorcio, quizás es más sensato que esperes un poco.

Puede que sí. Puede que no. El caso es que, quien quiera encontrar razones para seguir fumando, las hallará fácilmente.

– Iba a dejarlo esta semana, pero han ingresado a mi padre en el hospital.

– No, no es el momento. Me estoy preparando los exámenes finales.

– Por si acaso engordo después de dejarlo, voy a esperarme a perder los cinco kilos que me sobran.

– Ahora no, que me voy de vacaciones.

– Me estoy mudando de casa. Es mucho lío. ¿Cómo voy a dejar de fumar?

– Estoy muy estresado en el trabajo. Lo dejo para más adelante.

– Llevo toda la vida fumando. Dejarlo ya, ¿para qué? Es muy tarde.

hombre que escucha tus excusas

Muchas de las anteriores son excusas para seguir fumando. Excusas que no detuvieron a los millones de personas que han dejado de fumar.

¿O es que acaso su existencia fue tranquila y apacible mientras vencían la adicción?

Seguramente, mientras pasaban por el proceso de dejar el tabaco tuvieron que hacer frente a diversas situaciones estresantes, incómodas, poco apetecibles. Pero no se detuvieron. Su decisión fue firme. Y así va a ser la tuya, ya verás.

Además, si te pones a pensarlo, puede que dejar el tabaco en una situación que no sea del todo tranquila sea una buena idea. No muy turbulenta, pero sí con cierto nivel de estrés.

¿Por qué? Porque hay personas que aguardan una temporada tranquila para dejar de fumar (unas vacaciones largas, por ejemplo) y todo va muy bien… hasta que aparecen los eventos estresantes.

Es natural que aparezcan. Aunque haya etapas más liberadas de problemas, suelen alternarse con otras más complicadas.

Y, cuando llegan, el exfumador que ha dejado el tabaco rodeado de paz, quizás no está preparado para hacerle frente a las tensiones emocionales que encuentra.

¿Qué ocurre entonces? Que vuelve a fumar.

Mientras que el exfumador que ha dejado el tabaco en una etapa más movidita, lo tiene más fácil (dentro de todo).

Quizás fue capaz de convencerse a sí mismo de que no necesitaba fumar para manejar esa situación estresante (la que fuera).

¿Te suena razonable?

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