Propuestas para combatir la depresión de otoño

Al final del verano pasas por unas semanas difíciles en tanto te acostumbras a la nueva estación. ¿Y si lo tuyo es una depresión de otoño?

Si te notas más cansado, triste o desmotivado. Si te cuesta más dormir o necesitas dormir de más. O si experimentas otras molestias o alteraciones sin que te expliques porqué, esta puede ser la causa.

En realidad, no se llama depresión de otoño, sino Trastorno Afectivo Estacional (TAE).

Este puede darse en cualquier mes del año, aunque sea muy raro experimentarlo por estas latitudes en primavera o verano. Suele ser más frecuente en los meses de invierno (enero y febrero).

El TAE puede ser más serio si padeces ansiedad, depresión u otra enfermedad mental, porque el malestar se multiplica.

Es un problema que admite muchas variantes. Algunas personas padecen este trastorno durante varios meses, en tanto retorna la primavera. Otras, sufrimos unas semanas más difíciles y los síntomas van remitiendo conforme el cuerpo se acostumbra a “lo nuevo”.

paisaje de otoño

Algunos profesionales sostienen que la pequeña “depre” otoñal puede evitarse. Pero yo, que llevo años intentándolo, no lo he conseguido aún.

¿Por qué hay gente que se deprime en otoño?

Para los amantes de la estación es incomprensible.

Ellos ven el hermoso paisaje naranja. Disfrutan con la nueva luz, que es menos estridente que la del verano. Se sienten más activos con las temperaturas frescas. O se preparan para disfrutar los muchos días festivos que hay en los últimos meses del año.

Otros queremos ver esa belleza y sentirla. Pero no nos sale igual de bien.

hojas caídas en otoño

El cuerpo protesta

Aunque tratemos de no prestar tanta atención al malestar para no reforzarlo, el cansancio está ahí. El dolorcillo de cabeza no se va. Y el cuerpo está destemplado, echando de menos el calor.

Si tú experimentas malestar en ciertos cambios de estación, te constará que a veces necesitas un tiempo para adaptarte. Aunque, claro está, las molestias o desajustes varían de persona a persona.

Esa podría ser la primera explicación por la que algunos nos deprimimos en otoño: simplemente, el cuerpo pasa por esa fase de adaptación. Es inevitable.

Hay un cambio en las rutinas

El cambio de rutinas podría ser otra explicación: para algunas personas, en otoño retornan compromisos y obligaciones que se han aparcado durante el verano. Volver a la rutina es duro.

Hay quien necesita unas semanas para retomar el ritmo y las rutinas de meses atrás. Y, en especial, si retornas a una agenda pesada, se te hace cuesta arriba.

Padeces depresión u otra enfermedad

El cambio de estación podría afectarte más en ese caso. A tu problema le sumas un ajetreo hormonal extra (sube la melatonina y baja la serotonina por la falta de luz).

Es muy recomendable acudir a un profesional de la salud cuando los síntomas son severos.

depresión de otoño

La exposición a la luz y otros remedios que alivian la depresión estacional

Tanto quienes ven agravada su depresión, como quienes pasamos por unas semanas de ajuste en otoño, recibimos un buen consejo de parte de los médicos: exponte a la luz.

  • Cuando los síntomas son leves, basta con aprovechar las horas de luz solar. Dar un paseíto diario alivia.
  • Si la cosa es más grave, quizás el profesional prescriba un tratamiento de fototerapia.

Por eso es importante ir al médico si te encuentras muy mal cuando llegan los meses más oscuros y fríos. Él/ella verá qué es lo que más puede ayudarte.

Y, al margen del tratamiento específico que pudieras necesitar, hay algo que nos ayuda a todos: el cuidado de los hábitos básicos.

  • Hacer un poco de ejercicio diario.
  • Procurar una alimentación saludable.
  • Dormir y descansar lo necesario.
  • Cumplir con tu medicación, en caso de que tomes alguna.

Y poner más énfasis en el cuidado personal también implicará:

  • Realizar actividades que te gusten.
  • Relacionarte con personas (que no empeoren tu malestar).
  • O ponerte pequeñas metas.

Detengámonos en esta última. Aunque la motivación no esté en su mejor momento, trazarnos objetivos puede ayudarnos a recobrarla antes.

niebla otoñal

Ponte una meta para alejarte de la depresión de otoño

¿Qué meta puedes ponerte de aquí a Navidad, por ejemplo?

Los requisitos que ha de cumplir son:

  • que te motive intrínsecamente (no por lo chula que queda frente a otros o motivos similares),
  • que sea específica
  • y que sea alcanzable en ese tiempo que te has propuesto.

Podría ser…

  • Leer esos dos libros que tienes pendientes.
  • Hacer seis kilómetros andando por hora (para lo que habrías de ir mejorando tu tiempo).
  • Tejer tres bufandas para regalarlas en Navidad.
  • (Lo que sea. A ver qué se te ocurre.)

[Aquí tienes más sobre el tema: ¿Inicias algo nuevo este otoño?]

¿Por qué, una meta?

Porque, para sentirte mejor, a veces necesitas construir ese bienestar. Y eso requiere intención, práctica y (aunque te rechinen los dientes cuando leas esto) esfuerzo.

Cada vez que haces un pequeño progreso, liberas dopamina. Esa misma que se extinguió con el verano.

Nos lo recomienda la psicología positiva. Y, en temporadas en las que nos hallamos poco luminosos, es un buen consejo. ¿No te parece?

Las personas con depresión, las más beneficiadas

Las personas que lo pasan peor con la depresión, debido a que están acorraladas por un pesimismo pronunciado, suelen ponerse menos metas. Se sienten capaces de hacer poco.

Pero pueden dar pequeños pasos, aunque quizás necesiten a alguien que les ayude a encaminarse hacia una meta personal asequible y positiva.

Las investigaciones recientes sugieren que ello contribuiría de manera positiva a su recuperación.

 

¿Cómo es en tu caso? ¿Atraviesas una ligera depresión de otoño? ¿Estás apagado hasta la primavera? ¿Lo pasas muy mal, porque se te junta con una enfermedad u otras circunstancias personales?

Ya ves que el condenado TAE a cada uno le afecta de una manera y con una intensidad distinta.

Ojalá que te cuides lo mejor posible, si te atañe el problema. Y, en caso de que decidas ponerte una pequeña meta en este tiempo, no estarás solo. Seremos dos.


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