Este día tendrá momentos muy diversos, entre los que se incluyen unos cuantos realmente maravillosos.
Que ése sea un pronóstico acertado quizás esté en tus manos.
¿Maravilloso? La palabra se te irá de la mente cuando te toque fregar los platos o mientras estés en el banco esperando a que te atiendan.
O, ¿quién sabe? ¿Y si fregando se te ocurre una brillante idea? ¿Y si te encuentras en el banco con alguien interesante?
De acuerdo. Ya bajo a tierra. Ésas son tareas que hay que hacer, simplemente. Forman parte de las que realizas a diario, como persona responsable que eres.
Aun así, el día da para vivir; no sólo para sobrellevarlo o para sobrevivir entre obligaciones.
Más que la situación en sí, importa cómo la vives. Puedes fregar los platos mientras cantas o hacerlo mientras te acuerdas de la trastada que te ha hecho la vecina. Lo primero, sin duda, es más agradable. Incluso podría ser divertido.
Y aunque divertido no sea lo mismo que maravilloso, también tienes oportunidades para ir acercándote al concepto que tú tengas de esa palabra.
¿Qué oportunidades? Están en tus manos.
Pregúntate qué puedes hacer hoy para sentirte realmente bien… Algo que sea divertido, entretenido, diferente… o maravilloso.
En lugar de tirarte enfrente de la tele y «matar el tiempo» (horrible expresión) mientras picas algo, haz algo que disfrutes. Si no al inicio, porque no estás acostumbrado a hacer cosas diferentes, ya le irás tomando el gusto a la aventura.
Sal a correr. Haz fotos. Prepara una sorpresa para alguien de tu entorno. Desentraña los misterios de ese novedoso aparato tecnológico. Aprende otro idioma…
Un momento. ¿Aprender se disfruta? ¿Repetir, practicar, memorizar y todo eso que cuesta tanto trabajo es divertido?
A veces, no. No es divertido, pero sí es maravilloso (según mi concepto de esa palabra). Porque estás creando, construyendo, viviendo momentos de ésos que dejan su huella. Momentos valiosos.
Delante de ti hay todo un día. ¿Qué pequeños momentos harás que hoy sean maravillosos?
Imagen de h.koppdelaney