Hay días difíciles a comparación con otros donde las circunstancias juegan a favor o tú estás en mejores condiciones de manejarlos.
Días donde simplemente se te agotan las fuerzas o días donde la adversidad pega sin clemencia. ¿Cómo transitas por ellos?
Días difíciles o cómo atravesar la tormenta
Cada persona tiene sus propios mecanismos o recursos para pasar por estos días.
Pero nadie nos los enseña. Los aprendemos poco a poco, precisamente cuando vamos saliendo de dificultades y sobreviviendo a otros momentos difíciles.
Procúrate calma
Cuanto más devastadoras o dolorosas sean las circunstancias, mayor es la prioridad de procurarte calma.
- Calma para respirar, permitiendo que poco a poco ceda el nudo que tienes en el pecho.
- Calma para descansar, porque la tensión y el dolor absorben tus energías.
- Y calma para pensar, en los ratos en los que amaine la tempestad.
Se toman malas decisiones en un estado de desesperación o urgencia por querer acabar con el dolor cuanto antes. Además, todo se ve incluso más negro de lo que es cuando persiste la agitación en tu interior.
Reconoce tu poder para maniobrar
Sean cuales sean las circunstancias, puedes decidir qué hacer a partir de las mismas.
Quizás no sepas qué vas a hacer ahora mismo. Puede que aún estés muy aturdido. Tal vez te falten conocimientos, ganas o apoyos para continuar.
Pero eres tú quien va a dirigir tus pasos. Tú eres el encargado de sacarte de donde estás y ponerte en una mejor posición, incluso cuando haya personas que quieren ayudarte.
No hay prisa. Solo asume la idea de que eres tú (y no otro) el encargado de decidir sus pasos.
Apóyate en quienes confías
A los demás, en general, les importan poco tus problemas o sufrimientos, porque cada uno tiene sus propias tormentas, días difíciles o complicaciones mundanas que reclaman su atención.
Pero, si hay personas en quienes puedas depositar tu confianza, dales la oportunidad de apoyarte. Pídeles ayuda, si la necesitas. Otra vez serás tú quien la brinde.
Cooperar no es depender ni renunciar a la responsabilidad de dirigir tu vida. Esa siempre es tuya.
Ve paso a paso
Irás saliendo poco a poco. La tormenta pasará. Encontrarás la manera de seguir a flote y de avanzar, un momento tras otro.
Cada vez que amanezca, renovarás tu determinación de seguir respirando. Y, cuando la fuerzas lo permitan, también la de sacar lo mejor del día, por poco que traiga.
Ya sea uno solo o una cadena de días difíciles, pasarán. Y no habrán dejado solo dolor o hastío tras de sí.
Si tú quieres, también podrás aprovecharlos para aprender algo más sobre ti mismo, sobre las adversidades, sobre las personas que te rodean…
Y, poco a poco, aun cuando haya heridas que tarden en cerrarse, irás encontrando el rumbo hacia horizontes más luminosos.
En el horizonte se vislumbran días más dulces. Sigue caminando.
__
Otras entradas sobre moverse a través de las dificultades.
Tal vez alguna de ellas conecte mejor con tu situación actual.
- Cómo hacer frente al agobio diario.
- Cuando sigues adelante a pesar del dolor.
- 3 Ideas para recuperarte tras un revés.
- ¿De dónde sacas fuerzas ante el desaliento?
Gracias por venir.