Cuántas veces nos engulle la monotonía… Vivimos desmotivados, aburridos, reproduciendo cada día rutinas muy parecidas, mientras esperamos que llegue algún día importante que nos saque de ese estado.
Repetir y repetir cada día prácticamente la misma historia nos instala en la pasividad.
¿Nos reanimará la fiesta de fin de año? Falta mucho para eso. ¿Algún evento importante de aquí a esa fecha? Puede ser…
Mientras tanto, días y días, que juntos suman una enorme cantidad de tiempo, los pasamos aletargados, esperando.
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Pero esto se puede cambiar, sin necesidad de ser artificiales. Podemos añadir motivación y alegría a nuestra mundana existencia, si tenemos la intención de hacerlo.
Un día (no hace tanto) todos nosotros teníamos la capacidad de ilusionarnos fácilmente.
Éramos niños y también cumplíamos con la rutina que nos fijaban los mayores, con la diferencia de que difícilmente caíamos en la pasividad: un día de nevada, un concurso en el patio del colegio, un día de campo, etc.
Vamos, que no tenemos que aprender a hacer nada nuevo, sino recuperar ese espíritu.
Podemos planear pequeños eventos que añadan satisfacción a la vida y nos sacudan el aburrimiento: Comenzar con un hobby, salir a ver las estrellas, probar la comida tailandesa… ¡Si será por opciones!
Para que esto no se quede en una buena intención, ahí tenemos el calendario (o la agenda); que no están sólo para anotar compromisos y obligaciones.
Si hacemos una lista de pequeños eventos motivadores o de días especiales y los distribuimos en el calendario, ya no estaremos amuermados hasta que llegue la gran fiesta de dentro de unos meses. Tenemos otras, muy próximas, que nos mantendrán despiertos e ilusionados.
¿No crees que vale la pena?
Basado en: Life’s Checkpoints: Increasing Motivation and Happiness
Imagen de Cia de Foto