Conoces el truco: vas marcando en el calendario una hilera de días cumpliendo con la acción que deseas. Se va formando una cadena. ¡Y un día se rompe!
¿Cómo empiezas una nueva cadena de días, sin que pese el bajón de haber roto la que llevabas?
Cómo recomenzar, cuando llevabas una cadena larga de días cumpliendo con tu acción
Sobre esta técnica anti-procrastinación tan efectiva, tengo una entrada, que te recomiendo si no te suena mucho el tema:
Hoy me voy a detener en el momento en el que la cadena se rompe.
Si la acción es deseable para ti, tiene sentido empezar una nueva cadena de días. Pero el “momento cero” es un tanto indigesto. Especialmente, si llevabas una cadena larga cumpliendo con tu acción.
Todas las cadenas pueden romperse
Se rompen todas las cadenas, buenas y malas. Eso es lo primero a tener en cuenta.
Por comprometido que estés con tu acción, hay eventos que no controlas. Y uno de ellos puede impactar en tu rutina, mandando tu cadena a la porra.
Aprovecho que ayer se me rompió una medianilla (de 267 días seguidos) como inspiración para esta entrada. Se me han roto otras más largas. Y sé que, cuanto más larga haces tu cadena virtuosa, peor sabe romperla.
Sientes el bajón.
– Hay que ver. Con lo bien que iba…
… Pero puedo empezar una nueva
Aceptando que las cadenas se rompen, el paso siguiente es apartar el perfeccionismo.
Ya sabes, esa tendencia antipática, que te hace creer que, si no es perfecto, no sirve: blanco o negro; todo o nada.
Observa tu progreso mientras mantuviste la cadena y sé sincero contigo. ¿A que has avanzado haciendo “eso” todos los días? Mira cómo estabas al principio de la cadena y cómo estás ahora.
No mires solo los días que has sumado, sino los avances concretos. Y deja que ellos te impulsen para empezar una nueva.
Lo que has vivido es solo un obstáculo. Nada más. Puedes seguir sumando a partir de hoy.
Y deja que te diga algo más respecto a la cadena…
El bache quedará atrás
El momento más agrio está al inicio, cuando empiezas una nueva cadena de días. Los primeros son más incómodos.
Después, las malas sensaciones van remitiendo. Y sigues, como si tal cosa.
Eso es bueno. El malestar del inicio dejará de ser tan intenso. Pero también es peligroso, si está en tu mano evitar que la cadena vuelva a romperse por la misma causa y no adoptas medidas.
Lo dicho: recomienza. Sigue sumando. Y, si puedes evitar que la cadena vuelva a romperse por lo mismo, ponle remedio ahora.
__
Otras entradas:
- Constancia y perfeccionismo: atracción fatal.
- No abandones después de un tropiezo.
- Ideas para volver a la carga tras un día perdido.
Gracias por venir.
Imagen de Pete Linforth en Pixabay.