Hazte amigo del cambio

Parece que el día de hoy es prácticamente igual que el anterior. Y que hoy va a ser casi idéntico a mañana. Pero, por mucho que se parezcan los días, cada uno es distinto.

Cuando termine este día, habrán cambiado muchas cosas en el mundo. Y mañana seguirán cambiando. Supongo que hemos de hacer las paces con esta realidad.

¿Tú eres amigo del cambio?

Tal vez te desagrada el cambio y luchas en su contra. Quizás te inspira temor o preocupación. Y, cuando el cambio se hace evidente, en lugar de alegrarte, te lamentas porque prefieres la seguridad de lo conocido.

Todas esas reacciones son una pérdida de tiempo. El miedo, las preocupaciones o las quejas sirven para que lo pases peor en una realidad que es inevitable: todo cambiará aunque te resistas (o nos resistamos).

cambio, ilustración de las estaciones del año

Distinto es cuando aceptas el cambio y lo miras preguntándole las nuevas posibilidades que te ofrece. Distinto es cuando dejas de considerarlo un enemigo para amistarte con él.

Después de todo, él sí ha sido amigo tuyo en muchas ocasiones. Pese a tus recelos, gracias al cambio te has convertido en la persona que eres hoy.

Has experimentado multitud de cambios hasta ahora. Has superado retos. Has aprendido, has crecido como persona y has logrado estar donde estás gracias al cambio.

El cambio no es nuevo para ti. Lo has afrontado desde que naciste. Y, dado a que va a seguir siendo una constante en tu vida, te interesa verlo más como una oportunidad que como una amenaza.

Claro, habrá cambios que no te agraden. Pero incluso éstos se prestan a que busques la manera de estar mejor. Lo consigas o no, es un tiempo mejor invertido que el de huir, resistirte o quejarte por lo que cambió. ¿No?

¿Qué te parece si empezamos procurando usar a favor los pequeños (o grandes) cambios que habrá en este día?

Relacionado: