A la hora de hablar de ideas para organizarse nos encontramos con la realidad de que la vida de cada uno de nosotros es distinta. Diferimos en necesidades, en estilos, en gustos y demás.
Por esa razón, cada uno de nosotros ha de probar recursos y opciones diferentes y elegir cuáles son los que mejor se adapten a su caso.
Eso sí, existen una serie de ideas sencillas para organizarse, digamos «clásicas», que han probado ser eficaces. De ahí que sean tan populares. Las encontramos recopiladas en Lifehack y vamos a comentarlas.
1. Eliminar lo que sobra
Cuanto menos chismes tienes, menos hay que limpiar y ordenar. Luego, tomarse un tiempo para sacar de nuestra vida los trastos innecesarios o la ropa del «año catapún», que aún sigue ocupando espacio en algún rincón de la casa, es toda una liberación.
Incontestable. En las 27 ideas para limpiar, bien que nos hicimos eco de esta propuesta. 😀
2. Reducir lo que entra en casa
También mencionamos esta útil consigna: Que por cada cosa nueva que entre en casa, salga otra. Muy útil para que no se acumulen objetos de poco uso.
Y, desde luego, reflexionamos en su día sobre la necesidad de frenar el impulso de comprar por comprar.
3. Emplear material para almacenaje, el justo
No por tener más cajas, cajones, archivadores, estanterías y demás material para almacenar las cosas somos más organizados. Cuantos más tengamos, más llenaremos.
Hasta para esto hay que tener ojo y hacernos sólo con lo que vayamos a necesitar.
4. Reducir papel
Los fans de la tecnología ya lo saben. Agendas, periódicos, libros y hasta las comunes libretas las usan en versión digital.
Pues sí, se optimiza el espacio. Yo hago uso de esta idea, pero no en extremo. Cuestión de gustos, ya ves.
5. Crear hábitos de limpieza
¿Te acostumbrarías a pasar el plumero mientras hablas por teléfono? Hay tareas de limpieza que no demandan esfuerzo mental y pueden compaginarse con otras.
Y, además, están todas esas que nos enseñaban nuestras madres: recoger la mesa después de comer, limpiar el baño después de usarlo, etc.
Parece un rollo, pero una vez que uno se habitúa, se realizan más fácilmente. A propósito, aquí tienes ideas de este estilo, para tener siempre la casa como una patena.
6. Usar calendario y/o agenda
Clásicos entre los clásicos, pero hay que acostumbrarse a usarlos. Sin ir más lejos, yo era de ésas que empezaba a rellenar el calendario en enero y en febrero ya no escribía nada más; si acaso, algún cumpleaños o examen importante.
Se les puede sacar bastante partido a la hora de cuadrar eventos, prepararte para ellos y no olvidarte de ninguno. Ahora lo sé, pero fue después de practicar lo mío.
7. Emplear listas
La lista de la compra, de preparativos para un viaje, para una fiesta o, simplemente, la lista de lo esencial que hemos de dejar listo para hoy. Funcionan. Ya sea la lista que elabores gracias a la aplicación que provee tu dispositivo preferido o la clásica del papel y boli.
Mi favorita es la lista en la que puedes ir tachando los puntos que ya están resueltos.
Llevo dos años usando una aplicación en la que programo las tareas con antelación. Como muchas se repiten periódicamente, sólo las tengo que escribir un día y ya están ahí para todo el año.
Así, un día cualquiera, abro la aplicación, me aparece la lista de pendientes y voy tachando cada tarea a medida que voy terminando.
Eso es lo bueno, que cada uno puede adaptar una idea tan básica a sus circunstancias y gustos.
8. «Vaciar» tu mente
¿Qué hace tu mente almacenando ideas, preocupaciones o tareas que tienes que realizar próximamente? Apúntalas donde sea y así puedes concentrarte en lo que tienes entre manos en este momento.
Por una parte, te despejas y, por otra, no te olvidas de lo que has anotado. A no ser, claro está, que dejes un chorro de post-its y papelitos regados por todas partes. Pero, para eso está la idea, para adaptarla y perfeccionarla.
Y, por último, añado una que siempre me ha resultado:
9. Fijarte en buenos modelos
A mí me encanta leer y poner en práctica ideas para organizarme mejor, pero muchos de los trucos que más me han gustado los he aprendido observando el buen ejemplo de quienes me rodean. Tú también, ¿verdad? 😉
Es algo muy útil para ver «in situ» el funcionamiento y las ventajas de la técnica que sea. Así es que tener los ojos bien abiertos para aprender e inspirarse con los modelos apropiados no puede faltar entre estos clásicos de la organización.
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Son ideas sencillas que a la mayoría nos suenan, pero que, bien aplicadas, se traducen en un cambio positivo; nos ayudan a optimizar tiempo y espacio, además de liberarnos de una buena cuota de estrés.
Imagen de Christmas w/a K