¿No te has sentido alguna vez abrumado por las obligaciones? Es como si llevásemos una carga que pesa demasiado para una sola persona. Cómo pesa el estrés…
Si hemos de portar esa carga durante un tiempo, habremos de tomarnos pequeños descansos, si es que no queremos ser aplastados por ella antes de llegar a buen puerto. Por supuesto, no queremos eso.
Dependiendo de tu situación y de tus gustos personales, considerarás unas u otras alternativas para tomarte ese breve respiro. Por mi parte, voy a anotar algunas.
Siéntete libre para aportar más o cuestionar éstas, pero vamos a ver si nos sale una lista que pueda dar ideas a alguien que quizás no haya considerado alguna de ellas. ¿Te parece?
Ahí vamos:
– Dormir una siesta.
– Tomarse un día libre.
– Ver una película de ésas que te hacen llorar a moco tendido.
– Salir a pasear.
– Irse a correr un buen rato.
– Un poquito de sexo (o algo más).
– Un auto-masaje, si no hay alguien que te lo dé.
– Cambiarle la letra a una canción conocida y berrearla por toda la casa.
– Jugar con niños o mascotas.
– Escribir en un blog.
– Leer algo divertido.
– Charlar con alguien.
– Meditar, respirar… (¡qué paz!)
Son sólo un puñadito de opciones, las que quizás funcionarían en mi caso. ¿Te animas a apuntar alguna de las tuyas?