La gente es mala (y otras excusas para no relacionarse)

La gente es mala.” Esa frase aparece en los buscadores hasta la saciedad.

Y es una de las creencias que más daño puede hacerle a quien la posee, si quiere conocer gente y cultivar buenas relaciones con ella.

A las personas que creen que la gente es mala no les va a gustar esta entrada. Será una de tantas que nadie verá entre los miles que hablan del tema.

gente mala

Afortunadamente, entre esos resultados se cuelan muchos que tratan de abrir los ojos a quien tiene esta concepción negativa de sus semejantes. Y a los que ponen otras excusas para deslindarse de un mundo cruel, donde cada uno va a lo suyo.

Esta será una de esas entradas que intentan hacer llegar un mensaje positivo a quien quiera recobrar las ganas de conectar con la gente, prescindiendo de excusas que lo impiden. Entre ellas, la del inicio.

La gente es mala

Sí, hay gente mala. Gente que hace daño sin cortarse y cuyo nivel de maldad oscila entre el estúpido inmaduro que se cree el sol del mundo y el sociópata de manual.

No eres tú el único que quiere alejarse de esta gente. Otros, que están cerca de ellos, no ven la hora de hacerlo.

Pero esa no es la mayoría de la gente. Llaman mucho la atención, por eso, porque hacen daño. Y lo que molesta resalta más que lo que no molesta.

La mayoría de nosotros, especialmente cuando llegamos a ser adultos, tratamos de ser agradables. Hemos aprendido que tratar a los demás con la punta del pie no sirve para construir buenas relaciones.

la gente es mala

¿Quién va a querer juntarse con nosotros si somos unos energúmenos integrales? ¿Quién nos va a contratar en un trabajo? ¿Habrá alguien que nos dé su confianza?

A la mayoría nos interesa tener buenas relaciones y tratamos de portarnos bien con aquellos que nos importan.

Eso no quita que:

  • cometamos errores por docenas o cientos,
  • seamos menos agradables con quien no nos gusta
  • o digamos que NO cuando no nos interesa una propuesta.

Tú haces lo mismo. Puedes ser una buena persona sin necesidad de hacerlo todo impecable.

Y, cuando estás con alguien que suele sacar contigo su parte menos positiva, estás en tu derecho de buscar otras compañías con las que estés a gusto.

Que lo hagas, no te convierte en mala persona. Como quizás tampoco lo sea esa persona a quien no le interesa tener una relación contigo. Hay otra gente a quien sí le va interesar. El punto es dar con ella.

No, no les intereso

Puede ser que no les intereses a unas cuantas. Hay personas que ya tienen sus círculos hechos y no se apuntan a tus invitaciones.

También las hay (cada vez más) que prefieren estar solas, invirtiendo su tiempo en relaciones virtuales y otros entretenimientos tecnológicos, en lugar de salir por ahí contigo. (Estudio.)

Quizás te toque tener paciencia con ellos o seguir buscando por otro lado.

¡Bah! Me van a defraudar, como pasa siempre

No eres el primero a quien le dan una puñalada trapera. ¡Uffff…! Duele bastante que confíes en alguien y que te juegue sucio cuando menos lo esperas.

Pero, menos mal, esto no ocurre con todas las amistades. En la mayoría de los casos, las decepciones tienen que ver con expectativas que no se cumplen.

Cuando conoces a una persona, te haces una idea de cómo es. Y, cuando esta persona se comporta saliéndose de tus esquemas, te sientes decepcionado.

Ahí no ha habido fraude. Quizás tú te hiciste una idea bastante lejana de la realidad. Puede que otorgaras rápidamente tu confianza a una persona, porque te daba buena espina… Y te equivocaste.

Te equivocaste tú, como nos hemos equivocado todos. Así son las relaciones. Por eso nos conviene ser prudentes, avanzar despacio en ellas y evitar sacar conclusiones apresuradas.

Sobre todo, nos conviene ser cautos en Internet. Aquí hay mucha gente mostrando su lado más agradable. Algunos, con bastante énfasis.

Entras en un perfil de una red social, por ejemplo. Ahí ves a una persona súper simpática, súper divertida, súper fresca, súper lista…

Y puede que sea una persona maravillosa (con sus meteduras de pata incluidas). Puede que tenga un lado oculto súper chungo, que no está enseñando. O puede que, simplemente, sea distinta a la persona que tú habías imaginado.

Pensamientos de cierre:

  • Relacionarse con otros es una actividad de alto riesgo. Pueden rechazarte o hacerte trizas el corazón. Pero, si no corres el riesgo, tampoco encontrarás a personas con las que compartir lo bueno.
  • Construir relaciones supone un esfuerzo continuo. Comienza cuando tanteas el terreno para encontrar gente afín. Y dura mientras viva la relación.
  • Hay excusas y prejuicios que son un obstáculo en tu vida social. Más aun, cuando te interesa profundizar en las relaciones.

Entre lo que no te sirve está esa de “la gente es mala”. Mira a tu alrededor. ¿A cuántos ves que sean tan terribles?


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