La frase fue acuñada por Baltasar Gracián, un escritor español del Siglo de Oro.
Lo bueno, si breve, dos veces bueno.
Sabemos que algo bueno es muy breve cuando lo estamos echando de menos incluso antes de que termine.
Así es que, digo yo, que también podría decirse: «Lo bueno, si breve, dos veces breve.»
¿Tú qué crees?
- ¿Es verdad que lo bueno es mejor si dura poco?
- ¿Es verdad que puede hacerse más corto gracias a lo bueno que es?
Aplicaremos el dicho a la temática del blog.
Quizás, si lo bueno durase demasiado, terminaríamos hastiados de tanto placer. Recordemos también el refrán que decía algo como: «Lo poco agrada y lo mucho enfada.»
Paradójicamente, lo mejor de los buenos momentos es que se acaban.
¿Quién quisiera pasarse toda la vida escuchando la misma preciosa canción o admirando la misma puesta de sol?
Lo bueno perdería su efecto con el tiempo, hasta que dejaríamos de notar que está. Justo como ocurre con determinados detalles, que ya nos cuesta apreciarlos de lo recurrentes que son en nuestro día a día.
¿Y qué tiene de malo que haya momentos buenos que duren poco?
Algunos de ellos, apenas se sitúan en una pequeña fracción de tiempo, pero después nos acompañan durante toda la vida.
Este post es una llamada más de atención sobre esa alternancia de momentos vitales.
Después de un mal trago, llegará un buen momento, un momento único, quizás breve o quizás tan fugaz como grandioso.
Comentarios
2 respuestas a «Lo bueno, si breve, dos veces bueno»
Lo bonito de la vida, es que nos ofrece una de cal y otra de arena y eso es lo que nos hace sentir vivos, incluso cuando sentimos un dolor muy fuerte es porque hemos vivido un felicidad igual de abrumadora. Existe una frase preciosa de Gabriel García Márquez que dice «No llores porque terminó, sonríe porque sucedió». ¿Acaso no es eso la felicidad?
Besazos
Qué bonita y acertada frase, Alba. Gracias por apuntarla.
Es verdad que «necesitamos» a la tristeza tanto como a la propia alegría. Son como hermanas, hijas de la propia vida.
Besosss!!!