Estás molesto.
- Molesto con aquel tipo, que podría haberse guardado dentro su inoportuno comentario.
- Molesto por el coche, al que le ha dado por averiarse precisamente en estos días.
- También molesto contigo, por un despiste que te costó horas extra de trabajo.
Estás atrapado por esos inconvenientes de la vida cotidiana. Porque, aunque tienes derecho a enfadarte (faltaría más), estás agravando la molestia al retenerla y darle tantas vueltas.
Mira hacia las estrellas
Cualquiera de nosotros podemos enfadarnos monumentalmente con estas fastidiosas menudencias. Yo misma me encontré ayer llorando del coraje al ver que perdí unas cuantas horas de trabajo por un despiste tonto.
En ese momento de ofuscación, si alguien hubiera venido a decirme que ese pequeño inconveniente no era motivo para sentirme mal, lo hubiera mandado a la porra. Mi enfado era totalmente legítimo y coherente. Y necesitaba sentirlo y expresarlo.
Ya que pasó la tormenta emocional (llámese “berrinche” en mi caso) pude serenarme. Decidí aparcar el problema e irme a dormir.
Al despertar, me lo encontré de cara: ¿Qué puedo hacer para recuperar el trabajo? Y, con la pregunta, asomaron los vestigios del berrinche del día anterior, que amenazaban con formar una nueva tormenta.
Eran las seis de la mañana cuando asomé mi triste nariz a la calle: Oh, pobre de mí… Tanto trabajo, tanto esfuerzo… Y hoy parece que va a ser peor…
El sol, que me suele ayudar a levantar los ánimos, no estaba ahí para dar su toque de alegría. Pero sí se veían las estrellas y una luna muy brillante.
Mientras caminaba me perdía en la magnificencia de los cielos. Y, sin haberlo hecho a propósito, me hallé adoptando una perspectiva distinta sobre mis menudencias.
Es un efecto curioso. Cuando te mezclas con la inmensidad del mar o de un cielo poblado de estrellas, la sensación es tal, que cambia la manera en la que ves tus complicaciones cotidianas. Ya no te parecen gran cosa.
Creo que no es sólo por sentirte pequeño por lo que tus problemas parecen más pequeños. También ayuda la fascinación del momento. Que te sientas perplejo y maravillado, hace que te liberes antes del berrinche.
Supongo que tú ya conoces esa sensación de la que hablo.
Si no es así, pruébala la próxima vez que estés contrariado. Fúndete con lo grande y majestuoso. A ver qué tal ves las cosas desde ahí.
Imagen de lrargerich
mary dice
es bueno hacer nuevos amigos y compartir de manera respetuosa. bueno poder conocer a alguién de grandes valores. y de una muy buena formación. personas que te hagan sentir la vida agradable colmada de respeto.
mary dice
mientras exista vida hay esperanas. mientras tengas fortalezas la vida es linda y la sentirás muy bella. aún a pesar de las agonías. !!vive, sueña no importa que tús sueños sean sólo sueños . pisa fuerte al caminar y esa fuerza en el alma te ará brillar
Casandra - TBM dice
Gracias por esas palabras, mary. 🙂
Deskjet dice
Hola!
Lo primero gracias por el trabajo y esfuerzo que dedicas a escribir todo esto, me proporciona unos buenos ratos de entretenimiento el leeros cada dia, ya sean post nuevos o antiguos.
Los segundo es si te importaria darme algun consejo para solucionar ese aspecto que a ti te a pasadp, es decir, como podemos recuperar el trabajo perdido?
Me interesaria mucho el tema, y que des unos consejos.
De nuevo muchas gracias por todo y animo! 💪
Casandra - TBM dice
Hola, Deskjet. 🙂
Ese trabajo del que hablo no lo pude recuperar con los archivos temporales del sistema (que eran mi esperanza). Consulté en Internet buscando a personas a quienes les había pasado lo mismo y muchas sí rescataron el trabajo gracias a ese procedimiento.
Así es que, si de ordenadores va la cosa, lo primero es buscar información. Es seguro que a alguien le ha ocurrido el mismo desastre que a uno. 😆 Y lo segundo, si no se puede rescatar ni hay alguien que eche un cable, dejar pasar unos días y, ya con los ánimos calmados, retomar el trabajo desde el punto en el que se haya quedado.
Hablaré sobre estos temas más veces. 🙂 Gracias por comentar.
meche santos dice
Me gusta mucho este tema, si, las veces q voy a la rivera le dejo al mar mis problemas, pues vivo en un balneario Huanchaco, Trujillo, Peru. Es una sensacion de paz, serenidad y sentirse nada ante la inmensidad del mar. Gracias.
Casandra - TBM dice
Gracias a ti, Meche. Qué maravilla de lugar ha de ser ése… 🙂
El contacto con la naturaleza es muy terapéutico, definitivamente.