Cuando la salud es la mejor amiga de la pasión

¿Salud y pasión? ¿Qué liga es ésa? Si te imaginas a ti mismo ojeroso y demacrado, pero aún con la adrenalina a tope para seguir al pie del cañón, pareciera que la salud poco tiene que ver con la pasión.

Mira los enamorados. Qué aguante tienen, los condenados. El mismo amor es su alimento y, como viven su propio sueño hecho realidad, poco tienen que planchar la oreja.

Esa pasión, la de malcomer y dormir a deshoras, es breve. Menos mal, porque no hay cuerpo que la soporte. Al poco tiempo se ha desinflado.

Para que una pasión sea duradera ha de amistarse con la salud, esto es, con hábitos saludables. De lo contrario, dura lo que el agua en un cesto.

rosa de la pasión

La salud siempre es lo primero

  • Si tienes un gran sueño,
  • si hierve un deseo en tu pecho,
  • si persigues un objetivo con la firme determinación de alcanzarlo,
  • si estás entusiasmado con un cambio,
  • si la PASIÓN corre por tus venas…
… haz que dure ese vigor; que se mantenga; que no decaiga. Para eso, cuida de ti.
  • Desecha la idea de aguantar a golpe de cafeína u otras sustancias.
  • No te prives de dormir o de comer sólo por ahorrar unas horas.
  • Descarta la tentación de aislarte de todo y de todos, para estar en tu propio mundo.
  • Evita olvidar lo que significa la palabra “descanso”.

Porque, al principio, la pasión te lleva en volandas. Pero, si no cuidas de ti mismo, la pasión se desmorona.

La creatividad, el empuje, la vitalidad… todo eso cae. Y lo necesitas más que nunca para llegar a donde quieres llegar.

Por eso, cuando cuidas de tu cuerpo y de tu mente, también estás cuidando de tus sueños.

Estás llenándote de ganas y de energía para alcanzarlos. Y reduciendo la probabilidad de que un día te despiertes agotado, deprimido y abandonado por el entusiasmo que hizo que te elevaras aquel día.


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