¿Quieres pensar con claridad? Desconecta

¿Para qué quieres pensar con claridad?

  • ¿Para resolver un problema?
  • Tal vez, ¿para tomar una decisión importante?
  • ¿Para hallar una buena idea?
  • ¿Para ser más efectivo en cualquiera de las cosas que realizas a diario?

Pensar con claridad tiene más ventajas que perderse en la confusión.

Muchas personas que tenemos metas trazadas, buscamos claridad para no extraviar el rumbo. Pero, a veces, a unas cuantas personas de estas no se nos nota nada que queremos claridad.

Aunque tratamos de ser selectivos, trabajamos duro. Terminamos un montón de cosas. Atendemos lo importante, lo urgente y buena parte de lo secundario. Damos el 100 % de nuestro esfuerzo. Y entramos en una dinámica productiva que parece acertada.

faro

Según nosotros, vamos en buena dirección. Sí, sí… Ese es el camino.

Hasta que un buen día nos da por hacer una parada para mirar ese camino que vamos recorriendo. Y, como quien contempla el paisaje desde lo alto de un cerro, vemos la senda que estamos trazando desde otra perspectiva.

¡Caray! Pero si voy dando bandazos… ¿Qué estoy haciendo?

Ahí estuvo la claridad. Y, para hallarla, fue preciso parar.

Para pensar con claridad, desconecta

Podemos pensar que vamos en la dirección adecuada o dibujando una línea más o menos recta. Pero, si no lo comprobamos de tanto en tanto, es fácil extraviar el rumbo o ir haciendo “eses”, sin que nos percatemos de ello.

El tiempo libre, ese en el que desconectamos, es muy útil. Además de ser un lapso para recuperar energías, lo es para reflexionar y poder reorientarnos, en caso de habernos desviado.

  1. Es útil tomarse un café tranquilamente, mientras uno observa qué está haciendo con este día.
  2. Es útil dedicar un día a la semana a realizar actividades diferentes; a jugar, leer o corretear por esos mundos. (Sí, aunque haya que despachar ciertas tareas «obligatorias».)
  3. Son útiles las vacaciones, donde la ruptura con la rutina es más marcada.

El tiempo libre nos sirve para pensar con claridad. Y esto, a quienes estamos ilusionados con proyectos y metas, nos hace mucha falta.

Descansar, relajarnos o divertirnos no es perder el tiempo. Ese tiempo nos va a servir para redirigirnos en la dirección correcta.

Desde que comenzamos el año, a mí se me ha notado poco mi deseo de claridad. Hay que ver… Con lo consciente que soy de la utilidad del tiempo libre y lo que me importan los hábitos sanos…

Pues, para que veas. Hasta los más concienciados con el tema podemos perdernos de tanto en tanto, al presentarse días más difíciles. Y, justo cuando más necesitamos parar para pensar con claridad, es cuando menos lo hacemos.

Mi error me va a servir como lección. Y ojalá que a ti, si andas un pelín desenfocado sin saberlo, pueda servirte un poquito también.


Categoría: