La posibilidad de perder o de hacerlo mal pone el punto de emoción en muchas situaciones.
Gracias a ello, no caes hastiado del aburrimiento.
¿Qué te parece el giro del día?
Estás en TBM. Y yo soy Casandra, contándote que ganar siempre es aburrido.
El aspecto positivo que más destacamos de los errores y otras pifias es que sirven para aprender de ellos. Pero hoy nos vamos a fijar en este otro.
Cuando dominas una tarea de “pe” a “pa” y es muy raro que te equivoques en ella, se torna aburrida.
Lo mismo que un juego donde siempre ganas. Se hace cansino repetir la misma jugada y ganar… una y otra vez.
Las primeras veces ganando son emocionantes. Después, no.
Vaya. He ganado otra vez. Yuju.
También se nota esto en las relaciones personales.
¿Te parece atractiva una persona muy complaciente, que te diga a todo que sí? Al principio es agradable. Después, deja de serlo.
Quien siempre te deja ganar se torna aburrido.
Quizás no debería ser así
“Deberías” valorar más un trabajo que no va a darte disgustos imprevistos. Uno donde sepas siempre qué hacer y qué no. Y el día que no lo sepas, dé lo mismo, porque vas a ganar igualmente.
“Deberías” valorar más los juegos o actividades agradecidos, donde siempre te anotes una victoria.
“Deberías” valorar más a la persona que te trata como a un rey/reina, que procura todo el tiempo hacerte la vida más fácil.
Pero es así
Es más emocionante un trabajo que te plantee retos, en el que exista la posibilidad de equivocarte y de fracasar. Porque, gracias a ella, saboreas más tus éxitos.
Un juego donde exista la posibilidad de perder es más divertido. Por lo mismo.
Y una persona que no te siga la corriente en todo, también es más atractiva que la que se pasa de dócil y complaciente.
¿Por qué?
Porque se hace pesado.
En general, las personas preferimos lo conocido. Pero, si se repite demasiado y se hace totalmente predecible, nos cansa, nos aburre. Y el placer de ganar siempre no escapa a esto.
Los errores, el riesgo de caer, el de que te rechacen, el de perder… pueden ser poco apetecibles.
Pero, si huyes de todo eso, te atrapará otro fastidio: el aburrimiento.
¿Cómo lo ves tú?