Hemos ido recopilando propuestas sensatas y muy conocidas para fortalecer la autoestima (como las del enlace).
Hoy publicamos otras que quizás sean algo más raras o no le sirvan a mucha gente, pero puede que a ti sí.
Te las contamos por si te apetece considerarlas.
Hacer yoga desnudo
¿Te atreverías? ¿Incluso con otros yoguis?
Esto suena más bien a pesadilla, pero es una variante actual del yoga. (En serio. Hela aquí.)
Su finalidad es ayudar a quienes lo practican a aceptar y celebrar sus cuerpos.
Después de los primeros minutos, que quizás sean tensos, los yoguis experimentan una realidad nueva, en la que destaca una enorme sensación de libertad.
Recibir un masaje
Una opción más sencilla que la anterior.
Además de servir para aplacar los nervios, entre otros efectos benéficos también se encuentra el de ayudarte a sentirte mejor con tu cuerpo.
Usar plataformas
Los estudios dicen (¿dónde? aquí) que los altos tienen más facilidades para sentir autoestima y autoconfianza que los bajitos.
Se dice que Sarkozy y Aznar ya lo han probado. Si a ti también te apetece, busca unos tacones cómodos o alzas, mantén la espalda erguida y la barbilla bien arriba. Notarás la diferencia.
A mí esto no me convence, cuando parte de la comparación con otros y se considera «poquita cosa» a los que miden menos.
En realidad, compararse con otros para sentirse mejor es sólo un parche, pero ahí está la idea.
La estrategia del «¿Y qué?»
La autoestima se asienta en conocerse bien y en aceptarse uno mismo, tal cual. Aquí es donde funciona el «¿y qué?»
No tienes que sentirte mal o querer cambiar algo de ti sólo porque el entorno crea que debes hacerlo. No siempre es lo mejor lo que te dice la gente.
- Soy bajito… ¿y qué?
- Soy de pueblo… ¿y qué?
- Mi teléfono móvil es del siglo pasado… ¿y qué?
La práctica deliberada del «¿y qué?» es liberadora. Ya cambiarás, si se puede, y sobre todo si quieres hacerlo.
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Las anteriores propuestas fácilmente te las encontrarás por esos mundos interneteros. Y, para redondear, añadimos otra, sencilla, poderosa y no tan rara:
Tomar unas vacaciones de ti mismo
Esto es un tiempecito (un día, dos días…) en el que dejarás de pensar en cualquier tipo de carencias o limitaciones que te hacen sentir mal contigo mismo.
Descansa de la atención que le prestas a todo ese tipo de pensamientos. Desconecta y mira hacia fuera.
Gracias a esto te darás cuenta de que bastante «culpa» de tu baja autoestima (si es el caso), la tiene el analizarte demasiado.
Si quieres añadir algo más, adelante. 😉
Imagen de drakegoodman