Si estás a punto de disfrutar de unos días de descanso, ¡felicidades! Disfruta todo lo que puedas. Aprovéchalos a tope, para que vuelvas a la carga con energías renovadas.
Desde aquí, te acompañan nuestros mejores deseos unidos a una sugerencia saludable: Muévete durante esas vacaciones.
Camina, juega, baila, corre por los prados… Busca la manera de mantenerte físicamente activo durante esos días.
¿Por qué?
Tres buenas razones para moverte estas vacaciones
1) Para conservar los buenos hábitos adquiridos
Las vacaciones no son una excusa para DES-cuidarte. Si has conseguido vencer el sedentarismo y tener un estilo de vida más activo (por tu salud), unos días de gula y dejadez, pueden dar al traste con todo tu esfuerzo.
Y no porque te saltes unos cuantos días de práctica. Esos no tiran por tierra el esfuerzo que has hecho al construir los buenos hábitos.
El riesgo es que te desmotives con los resbalones. Que pienses: ¡Bah! Ya, ¿para qué sigo con el ejercicio?
Así es como desaprovechas el tiempo y el esfuerzo que has invertido hasta aquí.
2) Para poner en marcha un nuevo hábito
Consideremos el caso contrario.
Las vacaciones son época de cambios. Y, si el ejercicio físico no estaba entre tu repertorio de hábitos saludables, esta podría ser la ocasión perfecta para empezar a practicarlo y tomarle el gusto.
3) Para facilitar la vuelta a la rutina
Tanto si acostumbras a hacer ejercicio con regularidad, como si no es así, es mucho más fácil reincorporarte a la rutina después de unas vacaciones activas, que después de unos días de vagancia extrema.
Hay estudios que lo corroboran, como este (de 2005) publicado en The Journal of Travel Medicine, en el que los investigadores midieron cómo se sentían los participantes del mismo después de la vuelta de unas vacaciones de dos semanas.
Quienes habían tenido unas vacaciones más activas, volvieron más relajados y contentos. Y, además, tardaron menos en recuperar el ritmo habitual de sus actividades.
Por lo que, si suele «atacarte» el síndrome postvacacional, este podría ser otro buen consejo para prevenirlo o atenuarlo.
Ahora, solo queda que lo compruebes por ti mismo si te apetece. 😉