Por la razón que sea, está llegando el fin de la jornada de trabajo y se te van a quedar flecos pendientes.
¿Vas a permitir que esos asuntillos que no te ha dado tiempo a terminar arruinen tu merecido descanso?
No hay derecho.
Aquí tienes algunas ideas para evitar irte a dormir con las tareas pendientes dando vueltas en la cabeza.
Funcionan cuando ocasionalmente se te quedan colgadas una o varias tareas.
En caso de que sea algo que te ocurra a menudo, no. La solución para ese problema es más compleja. Habrías de replantearte tus prioridades diarias y tu modo de abordarlas.
Esta entrada puede darte algunas pistas: 7 Razones por las que no encuentras tiempo para descansar.
Ahora, sí. Vamos con las ideas.
Qué hacer si las tareas pendientes no te dejan descansar
1. Mira las cosas que quedan pendientes antes del ratito de relajarte previo a irte a dormir.
2. Plantéate si las tienes que hacer tú forzosamente o si alguien puede hacerlas por ti.
3. Si no las puedes delegar, anótalas en tu lista de mañana. En caso de que esté muy llena, la colocas en otro día. (Qué remedio.)
4. Si la tarea es grande, sé concreto y apunta el paso que sigue. Por ejemplo: “Leer libro Z”, podrías anotarlo como “Leer Capítulo 1, Libro Z”. (La lista queda menos abrumadora.)
5. Repasa lo que has hecho hoy. Rescata del día, al menos, tres cosas que te hayas sentido contento de terminar.
6. Da la jornada de trabajo por clausurada. El día está completo. Dítelo a ti mismo.
7. Comienza tu tiempo de desconexión. Envuélvete en tu rutina relajante, cualquiera que sea (leer, darte un baño, jugar, charlar…).
8. Si te asalta la preocupación y las tareas pendientes de hacer se cuelan en tu cabeza, anótalas en un papel o donde sea. Que esperen. Tienes que estar fresco para poder atenderlas.
Va llegando la hora de dormir y tú estás listo y convencido de hacerlo a pierna suelta. Mañana será otro día. Felices sueños.
Imagen de Diego da Silva