En tu vida se entretejen momentos de todo tipo. Vamos a dedicar esta entrada a los más difíciles.
Pensemos en un día durísimo. Impera el malestar emocional y tú estás ahí, hecho añicos y sacando fuerzas de flaqueza.
Espero que alguna de estas ideas te ayude, como a mí, a sobrellevar esos días en los que te sientes fatal.
¿Listo? Son cinco propuestas.
Como las tenemos bastante claras a estas alturas (supongo), no hace falta explicarlas.
Ideas para sobrevivir a un día durísimo
1. Escucha tus emociones.
Respira profundamente. Cierra los ojos, si gustas, y entra en contacto con lo que estás experimentando.
Observa esas emociones negativas (ira, tristeza, miedo…). Sé consciente de ellas.
2. Admite que el día es duro.
Acepta lo que sientes y vive el día como es y con lo que trae.
Si, por ejemplo, te duele todo el cuerpo o cargas con una pena monumental, no te obligues a decir que estás de fábula.
Estás como estás. A ver quién te obliga a ser unas castañuelas los 365 días del año…
3. Date respiros.
Has aceptado que no estás en tu mejor momento. Bien.
Pero el día continúa y tú tienes responsabilidades diversas que atender o actividades en las que puedes involucrarte para aparcar por un rato la preocupación, la tristeza o lo que fuera.
No necesitas estar pendiente cada minuto de día de lo mal que te sientes. Descansa un poco. Repón baterías. Haz otras cosas a modo de paréntesis (o inténtalo).
4. Hazte la vida más agradable.
Si el día es espantoso, ponte de tu lado.
Regálate un momento que te ayude a sentirte mejor: un ratito de lectura, una conversación con un amigo, un paseo, una música reconfortante, etc.
5. Recuérdate que pasará.
Superarás este momento, lo mismo que superaste otros muy difíciles. A cada aliento, estás sobreviviendo.
Deja que pase la tormenta. Mañana será un día diferente.
Imagen de thewoodenshoes