Los días transcurren y tú sigues adelante, progresando en lo tuyo. Poco a poco, los esfuerzos comienzan a notarse. Y, de repente, llega el día en el que ese progreso es interrumpido por un imprevisto “tonto”.
¿Qué haces? Vives la interrupción. Cuando termina, la dejas ir y tú sigues hacia delante.
Lo propio haces cuando se da un error, un fracaso o un evento doloroso. Encajas el golpe, aceptas la decepción, aprendes de la situación… Hasta que estás listo para decir: “La vida sigue”.
También lo haces en ocasiones más “felices”, como unas vacaciones, un éxito, un evento especial o una alegría inesperada. Disfrutas el momento mientras dura y, después, te concentras en lo siguiente.
La vida es cambio. Cada día se llena de sustancias variadas: agradables y desagradables; esperadas e inesperadas; intensas y anodinas… O una mezcla extraña de lo anterior.
Y ahí estás tú: resolviendo situaciones, disfrutando lo mejor, encarando lo peor; moviéndote de un momento al siguiente, que puede ser muy distinto al que dejas atrás.
No te estancas en lo malo que ocurrió. No te aferras a lo bueno que ya pasó. Viviste lo que surgió. Lo sufriste. Lo aprovechaste. Y ahora te dispones a vivir lo que el nuevo momento te pone en frente.
Que la experiencia de lo vivido te sirva de inspiración. Que lo aprendido te ayude a asimilar lo nuevo. Que lo pasado alimente tus fuerzas para luchar el día de hoy.
Porque la vida sigue… y tú con ella.
Comentarios
10 respuestas a «La vida sigue»
Ayyyy, Casandra!!!!
Hay momentos en los que seguir adelante con la vida después de un… lo que sea, cuesta, cuesta mucho.
Supongo la sonrisa triste, casi irónica de la persona que acaba de enfrentarse a algún lo que sea…
Y lo cierto es que la vida sigue, no le queda otra… pero uno ha de darse un tiempo, para asumirlo, para entender que sí que sigue.
Hoy, ese optimismo tuyo (¡gracias por él, siempre!), me saca la sonrisa triste, la de «claro que la vida sigue»… las heridas se vuelven cicatrices y luego volvemos a sonreír, hasta a reír.
Gracias por dejarlo claro, alguien le tiene que poner afirmación y contundencia a esa frase, si señor… LA VIDA SIGUE.
Abrazos y aprovecha bien el domingo, que agosto ya se va.
Ufff… Tienes razón. Cuesta horrores seguir con la vida después de ciertos episodios y, claro, necesitamos tiempo para retomar el ritmo. 😀 Hasta los aspirantes a optimistas nos vemos a veces tirados en la cuneta y sin ganas de movernos. (O puede ser que yo sea una aspirante regularcilla.)
Pero, bueno. Ahí está de recordatorio…
Ya es septiembre. No puede ser. Con lo que a mí me gusta el calorrrrr… 😆 (Mal voy con el recordatorio, ¿no?) Pues nada, a encontrar el ritmo para entrar pronto en el otoño. 😉
Espero que tú lo lleves bien, Malú. Muchas gracias a ti. Te mando besotes y un café (si estás en hora de tomar cafeína). 🙂
Bella reflexion,asi es la vida con sus cosas buenas,mala y regulares pero por eso no hay que detenerse,vive el presente es lo unico que Dios te ha regalado,porque el futuro es incierto no se sabe.-
Gracias, Carmen. Vivamos este día. 🙂
Me gustaria de ser posible me enviaran a mi C.E. reflexiones tan bellas como la que acabo de leer,gracia y si se puede.-
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Muy cierto . Habeces cuesta pero hay que aprender hacerlo tener un hábito una costumbre de mirar hacia delante saborear el ahora y segir.
Cuesta mucho, especialmente cuando lo que se deja ha sido muy bueno o muy malo, pero es necesario para que podamos aprovechar lo que viene. Practicaremos. 🙂 Gracias, Ángel.
La verdad es que llevo tiempo siguiendo este blog y haz avanzado mucho… Felicidades
Muchas gracias, Yorki. 😀