Hoy comienzas una actividad y te da por ponerte el listón muy alto. Avanzas, pero no como tú hubieras querido.
Cuando estás a medio camino y ves que lo que te propusiste era mucho para este día, entonas el triste cántico: Lo dejo, que ya no me da tiempo.
Estás en TBM. Soy Casandra. Y con el blog también he pasado por eso. Nublada por el optimismo, a veces me he dicho:
– Claro que puedo redactar hoy aquella entrada difícil y un par más… ¡Estoy que me salgo!
Echaba pa’ que sobrara. Y muchas veces no llegaba.
Si te ha pasado, sabes que no sienta bien. Aunque hagas un buen trabajo, se te queda un saborcillo a derrota que no motiva para la próxima vez.
5 Propuestas para ponerte listones realistas
- Mide lo que haces habitualmente. No calcules a ojo. Hazlo con un reloj o con el instrumento apropiado para medir eso que estés haciendo.
- Básate en esas medidas e intenta mejorarlas un poquito.
- Si llegas al límite que te has puesto, pero te cuesta un poco, no tengas prisa por subirlo. Mantén el ritmo hasta que se te haga natural. Y, cuando te salga, subes otro poquito.
- No compares lo que haces tú con lo que hacen otros. Cada cual tiene sus ritmos, sus circunstancias y demás. Estudia tus puntos fuertes, tus puntos débiles y trabaja con eso.
- Aprende de tus experiencias anteriores. Si te ves que te pasas de optimista o de pesimista programando tus tareas, equilibra con lo contrario.
- Deja el perfeccionismo. Si querías 10 y haces 5, no es maravilloso. Pero es mucho mejor que abandonar cuando solo llevas 1 y ves que no vas a llegar a las 9 que te quedan.
La última no es para ponerte el listón, pero da paz mental en días poco brillantes, que todos los tenemos.
Son ideas. Ponlas a prueba, por si alguna te sirve.
Te dejo con otras entradas del estilo:
Gracias por venir.
Imagen de engin akyurt en Pixabay.