Cada día es una nueva oportunidad

Cada día que vives es una nueva oportunidad para quererte más a ti mismo, para cultivar tus relaciones, para superar algún miedo, para permitirte ser feliz y, en definitiva, para concentrarte en todo eso que vale la pena para ti.

Es realista pensar que llegará el día en el que esa oportunidad ya no exista. Pero ser conscientes de que nuestra vida no es eterna nos da una ventaja a ti y a mí.

¿Qué ventaja?

Las ganas de construir la vida que realmente queremos. Una vida que, cuando llegue a sus compases finales, no esté cargada de lamentos por aquello que no hemos hecho.

Hoy mismo, ahora, tenemos la oportunidad de construir esa vida que queremos. ¿Cómo?

viento

Donald Latumahina (en Life Optimizer) nos invita a dirigir nuestra atención hacia cuatro pilares sobre los que esa vida puede sostenerse:

Valora lo que tienes

Valorarlo y sentirte agradecido, contento por ello. Por cualidades personales, por relaciones o incluso por cosas materiales.

Cada uno de nosotros puede hacer su propio inventario (grande o pequeño) de lo bueno que recibe de la vida y decidir si alegrarse (o no).

Esta actitud nos hará más felices que si nos centramos únicamente en lo que nos falta en la lista.

Y no es conformismo, porque vamos con el siguiente pilar…

Reclama tu vida

Tú vives tu propia vida, no la de otro.

No tienes que seguir la senda que otros esperan, ni pensar como quieren que pienses. Tú eres el único que puede decidir qué le da valor y significado a tu vida.

¿Qué es lo que te importa? ¿Qué te gusta hacer? ¿Con quién quieres estar?

Cuida de tus relaciones

El amor (entendido en su sentido más amplio) es más valioso que la mayor de las fortunas materiales.

No tienes porqué creer esto, pero si lo haces (como yo), hoy también tenemos la oportunidad de invertir más energía en las relaciones con esas personas que están en nuestro corazón.

Elige la felicidad

Tú eres el único que puede decidir si eres feliz o no. Ni lo deciden tus circuntancias personales ni las medidas de felicidad que tengan otros.

Pero esa decisión, desde mi punto de vista, está ligada a todo lo anterior: si valoras lo que tienes, si luchas cada día por lo que te importa y si te rodeas de gente valiosa, ya has elegido la felicidad.

Conste que es un camino diario. Y que, si ayer elegiste otro, hoy tienes la oportunidad y el derecho de caminar por el rumbo que tú quieres.

Imagen de givikat


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