Disciplina y emociones

Los expertos dicen que las emociones básicas son sólo cuatro. Estás contento, triste, cabreado o asustado.

Sólo cuatro emociones, con los matices e interpretaciones que quieras darles. Sólo cuatro… y hay que ver cómo te mueven.

Ayer estabas muy contento cuando decidiste que saldrías a correr hoy a las ocho de la mañana. Te comprometiste contigo a hacerlo.

Pero hoy, poco antes de las ocho, te “asustaste” del esfuerzo: No, mejor mañana. Hoy no tengo ganas.

¿En qué emoción confías más: en la de ayer o en la de ahora?

desmotivada

Los seres humanos tomamos muchas decisiones guiados por la emoción del momento. La gracia es que las emociones son cambiantes. Por lo que no es raro que tomes una decisión llevado por una y luego venga otra emoción a contradecirla.

Lo que yo he aprendido es que es sano escuchar a las emociones y dejarlas estar sin pelear con ellas. Pero no es conveniente fiarte siempre de las emociones y actuar según te indican.

Llevemos eso al terreno de la disciplina.

Emoción, voy a terminar esto

Disciplina es hacer lo que te has comprometido a hacer, reine la emoción que reine en ese momento.

No eres una máquina. Te sientes triste, demasiado enfadado o embriagado de felicidad y lo último que te apetece es sentarte a terminar el informe que dijiste que harías.

La emoción “grita” y te empuja a buscar excusas y distracciones para desviarte de la decisión que tomaste. Tú la escuchas. (Como para no hacerlo, con lo que insiste.)

Pero, en última instancia, también tienes la decisión de hacerle caso… o no hacérselo y seguir adelante con lo tuyo, a pesar del pataleo de la emoción.

Total, es muy probable que, cuando termines de hacer el informe (o la carrerita de la mañana), tus emociones hayan vuelto a cambiar.

Quizás brote una mucho más agradable por haber cumplido con tu compromiso personal.

Compruébalo por ti mismo.

Experimenta. Atrévete a hacer lo que te has prometido a ti mismo el día en el que tengas las emociones amotinadas en tu contra.

Te conocerás mejor e irás viendo en qué momentos es conveniente hacer caso a las emociones… o no hacérselo.


Categoría: