Dejando a un lado los compromisos, los regalos son obsequios que ofreces para mostrar tu cariño o consideración hacia el destinatario.
Probablemente a lo largo de tu vida has pasado mucho tiempo pensando o buscando regalos para otras personas (navidades, cumpleaños, etc.). ¿Contigo también has puesto esmero?
De vez en cuando, quizás te compras una cosita que te gusta. Pero el dinero no lo es todo. Hay otros regalos, muy valiosos, que apenas requieren inversión de dinero, si es que requieren alguna, y que sólo tú puedes hacerte a ti mismo.
¿Por ejemplo? Hay de varias clases.
1. El ejercicio físico (o cualquier otro hábito saludable). No parece un regalo cuando lo que más te apetece es quedarte en el sofá, pero lo es. Tú sabes que es una buena inversión en salud.
2. El descanso. En tu lugar de trabajo o estudios pueden darte vacaciones. Pero tú eres la única persona que puede darse permiso para quitarse de la cabeza las preocupaciones por unos días y desconectar de veras.
3. Un hobby. El que sea que disfrutes. Otros podrían regalarte los materiales, pero sin una buena disposición por tu parte…
4. Nuevos aprendizajes. La curiosidad, la inquietud hacia experiencias diferentes que te inspiren. Sólo tú puedes hacerte la vida interesante.
5. El perdón. Cuando te has equivocado (en pequeño o a lo grande), aunque otro te perdone (si es el caso), te queda tu parte: la de aceptar la situación, dejar atrás el dolor y seguir adelante con lo aprendido.
6. La libertad de ser tú mismo. Decir lo que piensas o lo que sientes en un momento dado, prescindiendo de dar gusto a lo que otro espera de ti. (También éste es un regalo para las personas a quienes les gustas tú, tal cual eres.)
7. Unas relaciones sanas y fuertes. Ésas no las dan hechas. Es un regalo cada pequeño gesto para fortalecer las relaciones con las personas con quienes puedes ser tú mismo (y que están a gusto contigo).
Qué bueno que para hacerte regalos así no tengas que esperar a fin de mes ni a ninguna otra fecha señalada. Hoy mismo puedes tener un detallito contigo.
Ojalá que, además de pensar en qué puedes regalar a esas personas especiales, cuya sonrisa estás deseando ver, pienses también en qué vas a regalarte tú para mostrarte tu aprecio.