Esta entrada llega de una anterior, donde apuntamos errores que impiden tener un sueño reparador.
Y nos quedamos con uno de ellos: Las preocupaciones que nos acompañan hasta la cama.
Dejar las preocupaciones fuera de la cama
La solución va a estar en las actividades que realizamos un par de horas (aproximadamente) antes de ir a dormir.
Lo mismo que dedicamos tiempo a limpiar la casa, la noche es un tiempo para limpiar la mente. Con lo cual, es recomendable evitar actividades como:
- Consumir noticias, especialmente en la televisión: La mayoría son malas y, aunque no les estemos prestando demasiada atención, nos impregnamos de negatividad.
- Riñas, debates y polémicas: Es obvio que la última hora del día no es la más indicada para discutir y ponernos los nervios de punta.
- Trabajar hasta el último minuto: En especial, si se trata de una tarea compleja o estás utilizando la computadora para realizarla.
En general, quedan descartadas las actividades mentales (y físicas) demasiado estimulantes. Más aun, si añaden preocupaciones a las que hemos soportado durante el día.
Lo ideal es que cada uno de nosotros elabore su propia rutina para irse a dormir.
Una rutina a medida, en la que se incluyan actividades como: preparar la ropa del día siguiente, leer un libro, escuchar música… (o éstas otras que comentábamos por aquí.)
¿Por qué, una rutina?
Porque somos animales de costumbres y, a fuerza de practicarla día tras día, vamos asociando a la relajación todas esas actividades que forman parte de nuestra rutina nocturna.
Ahí va la guinda de la rutina nocturna: los pensamientos positivos.
La hora de meternos en la cama es excelente para recordar esos momentos especiales del día, para pensar en algo divertido que vayamos a hacer mañana o en cosas similares.
¿Lo has probado?
Cuando recreas una situación agradable o la visualizas en tu mente, no sólo te duermes antes sino que te despiertas de mejor humor.
Te recomiendo que tú también finalices tu rutina nocturna pensando en «cosas bonitas». Funciona, al menos para mí y para otras personas con quien lo he comentado.
Sí, yo tengo también mi propia rutina y la termino de esa manera. Aunque, a mi pesar, algunas noches no duermo todo lo plácidamente que me gustaría.
Podría decirte que la razón es, simplemente, que algunos días son bastante correosos. Cosa que es cierta para todos. Pero -asumiré mi fallo- muchas de esas noches de mal sueño se deben a que abuso del café durante el día.
Ya, ya… Sé que he de mejorar en eso… 😉