Hace un tiempo, encontré esta cita de Aristóteles: “El amigo de todo el mundo no es un amigo”. Me quedé un buen rato pensando sobre los posibles significados de la frase… y creo que aún no lo tengo del todo claro.
Según yo la entendí, puede hacer referencia a que la amistad es algo demasiado valioso como para regalarlo gratuitamente a cualquiera.
No puedes ser verdaderamente amigo de alguien cuando tu amistad la comparten todas aquellas personas que conoces.
Por otro lado, también pensé que podría tener que ver con algo más directo y relacionado con la amistad entre dos personas.
Algo así como aquello de “o conmigo o contra mí”: No puedes ser amigo de alguien si eres amigo de todo el mundo. Porque, en ese caso, si un amigo tuyo se pelea con alguien, no podrías ponerte de su lado sin ofender al otro.
Éstas son las dos reflexiones que me surgieron al leer aquella frase. Y, en mi opinión, ambas van por el mismo camino:
¿Cómo podría alguien ser amigo tuyo y, a la vez, amigo de alguien que es completamente opuesto a ti? Sencillamente, es imposible.
Pregúntate por aquellas amistades que perdiste. ¿Eran amigos de todo el mundo? ¿Quizás eras tú (o lo sigues siendo) el amigo de todo el mundo?
En el primer caso, quizás no deberías preocuparte por esa amistad. Porque, como ya te habrás dado cuenta, mi opinión sobre ellos es que realmente no son amigos, aunque puedan parecerlo en un momento dado.
La amistad que no se valora, tal como llega se va; ni se gana ni se pierde, porque no significa nada. Así que no deberías preocuparte, ya que, en realidad, no perdiste un amigo, aunque te lo pareciera. En cambio, él si perdió uno.
Si tu caso es el segundo, deberías preguntarte si de verdad consideras amigo a alguien. Verdaderamente amigo, quiero decir. ¿Regalas tu amistad a cualquiera? ¿Y qué consideras que es la amistad, entonces?
Tal vez yo albergo un concepto de la amistad demasiado elevado. El caso es que tengo serias dudas de que alguien que no mira a quién da su amistad, la valore realmente.
Si éste es tu caso y perdiste un amigo, quizás fue porque se dio cuenta de que, en realidad, tú no lo eras.
Sin embargo, en esta vida todo tiene solución, y, si has cometido errores en este terreno, rectificar es de sabios: Valora más tu amistad. Es un tesoro.
¿Tú qué opinas? ¿Crees que la amistad hay que compartirla con cualquiera o que hay que reservarla para aquéllos que la merecen?
Esta entrada es una contribución de A.G., autor invitado.
Imagen de Neal Fowler
Comentarios
2 respuestas a «El amigo de todo el mundo no es un amigo»
Yo soy partidario de llevarme bien con la gente, pero no de hacerme amigo de todo el mundo. La amistad es algo que hay que valorar y compartirla con gente que realmente ha demostrado que se la merece, no con la primera persona que te cruces solo pr el hecho de que te caiga bien. Para ese grupo está la etiqueta “conocidos/as”.
Si eres amigo de todo el mundo, quiere decir que tu amistad es fácil de conseguir. Esto puede llevar a que quieran aprovecharse de ti (es de ser muy nobles el hacer amistades con mucha facilidad) y a posteriores disputas solo por no poder atender a todos los amigos por igual en caso de que te necesitasen.
¡Saludos!
Pienso como tú. Además, la amistad requiere sus cuidados para que se mantenga o crezca. Le invertimos tiempo, confianza, compromiso…
Eso pasa en las relaciones estrechas. Las otras son superficiales; las del grupo de conocidos, eso mismo.
Gracias por la reflexión, Alberto. Buen finde!