Hace tiempo recopilamos los principales elementos a tener en cuenta a la hora de pedir disculpas.
Quedamos en que hay que elegir el momento y las palabras; pronunciarlas con honestidad y no pretender una respuesta inmediata de la persona ofendida.
Lo anterior es lo básico. Hoy profundizamos más en el tema, dado que pedir disculpas es algo que los humanos solemos hacer con frecuencia.
En ocasiones, cuesta trabajo y nos seguirá costando. Reconocer la responsabilidad de un error o una ofensa es un ejercicio de valor y nobleza que no está al alcance de cualquiera.
Hablaremos de elementos que harán que nuestra disculpa sea honesta, verdadera.
Ya que cuesta abrir el corazón, trataremos de hacerlo lo mejor posible, ¿te parece?
Así es una verdadera disculpa
1. La sinceridad, lo primero
Regla de oro: Cuanto mayor sea la ofensa, más sincera ha de ser la disculpa.
¿Qué hace que una disculpa sea sincera?
- Reconocer que lo que se hizo estuvo mal.
- Asumir la responsabilidad por los hechos.
- Intentar enmendar el error, si es posible.
- Exponer el firme propósito de no volver a cometerlo.
La sinceridad abre la puerta del perdón. Si no estás seguro de ser sincero, aguarda el momento de pedir disculpas hasta que estés preparado.
2. Da algo de espacio
Como hemos dicho, a veces es necesario esperar un poco para disculparse con sinceridad.
También puede serlo cuando los ánimos estén muy caldeados y no se quiera acabar en una discusión, sacando todo tipo de trapos sucios.
Esperar unas horas o hasta el día siguiente, si es necesario, puede ser más que conveniente, según el tipo de ofensa.
3. Concreción, siempre concreción
Cuando se piden disculpas es conveniente ceñirse a la situación que las ha provocado; tratar de ser lo más específico posible.
Hay que evitar fantasmas del pasado y disculpas innecesarias.
No entres en otros temas que, si es necesario, ya se tocarán en otra ocasión.
4. Evita lo que parecen disculpas, pero no lo son
Eso que parece tan sencillo: exponer la situación y pedir disculpas, hay quien no sabe hacerlo.
En su lugar, hay personas que pronuncian frases como éstas:
- Lo siento, si he dicho algo que te molestó.
- Lo siento, si no entendiste lo que trataba de decir.
Eso no funciona, porque no te estás disculpando por cómo reacciona la otra persona o por provocar que se sienta mal. (Es una disculpa falsa.)
Te estás disculpando por un comportamiento tuyo, por lo que tú hiciste o dijiste, no por lo que haga la otra persona.
Una vez más, sé sincero, concreto y asume la responsabilidad.
- Lo siento. Hice esto (lo que sea) mal.
Hemos aprendido lo anterior gracias a un estupendo artículo educativo: How to Make an Adept, Sincere Apology, de John M. Grohol.
Imagen de Maroon Surreal