¿Te gusta vivir aventuras?
No importa qué respondas a esa pregunta. Tú y yo ya estamos inmersos en una tremenda aventura: la vida misma.
En ella se alternan los trayectos cómodos (o relativamente cómodos) con riesgos y paisajes escarpados que nos toca recorrer.
Tratas de alimentar la esperanza, la fe, la confianza en tus capacidades especialmente en esos tramos duros, donde hallas a otras personas haciendo su propio camino.
Y ahí encuentras personas de todo tipo: unas te echan tierra encima, otras te dan la mano y algunas ni se dan cuenta de que estás ahí, a su lado.
Entonces, te das cuenta de que puedes elegir a quién acercarte más y tomas la mejor decisión: Eliges las buenas compañías.
Tú eliges
- Te acercas a los que están dispuestos a compartir el agua contigo.
- Te acercas a quienes van a ayudarte si tropiezas o te pierdes.
- También te acercas a quienes te escuchan y te hacen sentir valioso.
- Te acercas a los que te impulsan a ser una mejor persona.
- Te acercas a quienes desean verte avanzar, verte superando obstáculos.
- Y te acercas a quienes confían en ti.
Eliges a esas personas que te inspiran para ser feliz y honesto; las que hacen que cada vez vayas ganando más en fuerza y en confianza en ti mismo.
Y así es como tú, además de avanzar, aprendes y compartes esa actitud, ayudando a su vez a estas personas. Es un círculo virtuoso. Todos ganan.
En cambio, si te quedas al lado de alguien que te echa tierra, que te hace sentir miserable, egoísta, desconfiado y derrotado, no sólo pierdes tú.
Cuando te impregnas con esa negatividad, también afectas a la gente que te quiere bien. El círculo se contamina.
Esto no quiere decir que es bueno darle una patada o hacer a un lado al que te echa tierra. Acéptale, respétale, pero no le permitas que con su juego sucio te perjudique a ti y a todo tu círculo.
En buena parte, tu recorrido en la aventura de la vida dependerá de lo bien que elijas tus compañías.
Imagen de ARACELOTA
Comentarios
Una respuesta a «Elige sabiamente a tus compañeros de aventura»