Hoy te da la gana de sentirte bien

Si no ocurre una calamidad inesperada, hoy será un gran día. ¿El motivo? Tú has decidido que vas a estar bien.

Las influencias negativas acechan y, como cada día, intentarán fregar el suelo con tus ánimos: Qué mal está el mundo… Ay, ¡qué sufrimiento!

Como puedes elegir, hoy has decidido hacer oídos sordos a la negatividad. Si otros quieren regodearse en el malestar, allá ellos. Tú prefieres no enlodarte de sufrimientos extra. Los demás pueden influirte. Pero tú eres quien decide.

Si vienen a hablarte de obstáculos, de quejas y negruras, ¿qué te impide a ti prestar más atención a las oportunidades y a las soluciones?

Oh, oh… Hay una “amiga” que te lo pone más difícil: tu mente. Con el resto del mundo puedes poner cierta distancia. ¿Cómo lo haces cuando tu principal influencia negativa está en ti?

Ahí está esa parte de ti que te habla de lo estresado que estás, de lo ingrato que es el trabajo, de lo inútil que es tu esfuerzo, de la gente que está en tu contra, etc.

sorpresa

Hoy no. No le será tan fácil convencerte. Escuchas esos pensamientos desalentadores y los cuestionas: ¿Qué base real tienen? ¿No serán creencias que se han convertido en un mal hábito?

Hoy no. Lo mismo que te saltas con una pértiga la negatividad de otros, has decidido saltarte la tuya. Lo mismo que desechas quejas y lamentos de otros, decides cambiar los tuyos por soluciones y ganas de luchar.

¿Quién te lo impide? ¿Las circunstancias? Es muy posible que estén lejos de ser ideales. ¿Y qué?

¿Qué te impide interpretarlas de manera distinta? En lugar de verlas como un pozo del que no sales, puedes considerarlas situaciones que tú puedes resolver.

Nada ni nadie puede impedirte que pienses como tú quieres pensar. De los miles de pensamientos que tienes a diario, eres libre de darles protagonismo a los que gustes. Y hoy, particularmente, has decidido escoger los que te servirán para sentirte mejor.

Porque sí. Porque te da la gana de sentirte bien y la única persona que puede hacer eso por ti… eres tú.

Imagen de Bunnyrel