Idealizar a una persona consiste en atribuirle cualidades sublimes a dicha persona, exagerando la realidad de tal modo que la persona idealizada es situada en un pedestal.
Una de las trampas en las que, con mayor frecuencia, suelen caer las personas sin una autoestima de hierro es ésa: la idealización de alguno de sus semejantes.
Aquí resalta una vez más lo odioso de las comparaciones personales:
- ¿Quién puede estar a la altura de alguien «tan perfecto»?
- ¿Y «el perfecto»? ¿Cómo se las arregla para satisfacer las altas expectativas que han puesto sobre él?
Idealizar a una persona, mitificarla, tiene una gran utilidad para componer preciosas canciones o para escribir poemas dramáticos. Pero saliendo de lo artístico equivale a ponerse una venda en los ojos.
¿Por qué se adora tanto a una persona? ¿Cuesta tanto aceptar sus defectos que se construye un ideal al que admirar?
No temas quitarte la venda de los ojos. Desmitifica, desidealiza y desmonta al ídolo que no existe.
La persona que has idealizado, cualquiera que sea el motivo…
- hace pis y también incurre en otras acciones prosaicas relacionadas con ésta.
- alguna vez ha salido de casa con una prenda de vestir puesta al revés.
- hubo un tiempo en el que usaba los dedos para hacer cálculos.
- se ha dado de bruces con alguna puerta o con otro mueble y ha visto las estrellas.
- ha dicho la palabra o frase menos oportuna en el momento justo para quedar en ridículo.
- (si sabe leer) ha leído materiales que no confesará haber tocado.
- ronque o no ronque, se despierta cada día despeinada y con aspecto desorientado.
- etc.
Si lo piensas bien, no te costará encontrar el lado humano de cualquier persona, por magnánima, bella o inteligente que sea. Eso no se lo quita nadie.
Somos animales racionales, imperfectos, rezumando humanidad las 24 horas y con unos cuantos «minutos tontos» a lo largo del día.
Así soy yo. Así eres tú y, por supuesto, esa persona que tanto admiras.
Nos merecemos que nos quieran tal como somos, sin transformarnos en un ideal inalcanzable para un mortal.
Porque, ¿a ti te gustaría que te amasen como eres o como a alguien le gustaría que fueses?
Imagen de euthman
Alba dice
A mí eso me pasa con el actor que me gusta jeje, porque ahora mismo no tengo a otra persona que idealizar jeje.
Mis amigos siempre me dicen: «Si algún día llegas a conocerle te vas a llevar un chasco tremendo porque lo tienes idealizado», pero como no creo que lo vaya a conocer no hay problema jeje.
Un besazo
Tus Buenos Momentos dice
Sí, tienes razón. 😀 Tú admiras al actor y eso es un motivo de alegría, pero quizás algún día coincidas con él en el dentista (por ejemplo), conozcas a la persona y te guste todavía más. Quién sabe…
Ya me contarás, si pasa. 😉
Besos!
Pichi dice
Vaya, este tema resume el par de últimos años de mi vida. Qué mierda por la situación que constituye.
Pero no creo que sea tan fácil como decir «No es que esa persona caga oro» o algo parecido. Creo que se trata más sobre creer en alguien, como un ángel en la tierra que crees que conecta contigo, que va a estar ahí, luego, claro está, viene la decepción, pero en fin, a veces por las malas es la mejor manera de aprender.
Supongo que suele pasar en personas más dependientes que otras.
Un saludo.
Tus Buenos Momentos dice
También ocurre cuando uno está muy pendiente de sus propios defectos, tanto, que pasa por alto que otra persona también los tiene. Pero llega un momento en el que se quita el velo y uno, si convive con esa persona, la ve tal y como es.
Estoy de acuerdo en que sirve para aprender, aunque sea a través de una decepción y, quizás, para evitar volver a tropezar en lo mismo, nos conviene poner los defectos y fallos de quien conocemos en primera plana. Así, si apreciamos o admiramos a la persona, lo hacemos teniendo en cuenta «el lote completo».
Gracias por la reflexión, Pichi.
Vicky dice
Uff! Creo que has dado con la clave de la ruptura de muchas parejas… 😉 Eso es a lo que se muchas personas le ponen la etiqueta de «convivencia» y/o «rutina» y, sin embargo, no es más que la pura realidad a secas. La perfección no existe y, si existiera, nuestra vida sería muuuuy aburrida.
Besitos!
Tus Buenos Momentos dice
Lamentablemente, parece que esta historia se repite con frecuencia. Uno idealiza a la persona de quien se enamora y, cuando descubre que su imagen no coincide con la realidad, es doloroso.
Gracias, Vicky!
Naty! dice
Esto de la idealizacion me paso a mi , pero al revés. Realmente es un poco angustiante cuando alguien te idealiza tanto que sabes que no podrás cumplir con todas esas expectativas. A veces quizás se vuelve un circulo vicioso, lo admito, donde ser perfecto para alguien es motivador y hace que a la vez uno haga cosas para que esa persona siga metido en esa idealización. Lo peor de todo es que ya termine esa relación pero todavía lo quiero, yo si aprendí a quererlo con defectos y virtudes. Pero solo me queda aceptar que todo eso termino aunque me duela.
Muy buen espacio! Te felicito!
Saludos! 😉
TBM - Casandra dice
Hola, Naty!
Muchas gracias por ilustrar con tu experiencia que la idealización tiene efectos negativos tanto para quien la realiza como para quien la sufre.
Espero que, con el tiempo, construyas una relación libre de esos fantasmas. Mucha suerte y gracias de nuevo. 🙂
Trin dice
Yo he tendido a idealizar a gente y llevarme golpes tremendos al cabo de un tiempo, actualmente conozco a gente q lo hace y va de relación en relación en busca de su ideal, basicamente la mecánica es la siguiente:
Alguien les gusta, automaticamente le acreditan todo tipo de cualidades como si fuera una especie de dios (q generalmente son las q a ti te gustaría q tuvieran pero no son reales necesaiamente), al cabo de un tiempo, cuando le conocen, el mito se les cae y ven a alguien mediocre en comparación con lo q esperaban, es demasiado alto el listón puesto como para q alguien pueda superarlo asique al final todos acaban resultandoles mediocres cuando les conocen a pesar de que pueden ser majísimos.
Y el caso contrario, alguna vez os ha sorprendido alguien del que no esperabais gran cosa? suele ser muuy gratificante.
TBM - Casandra dice
Sí, sí… A mí a veces me han sorprendido gratamente personas sobre las que no tenía ninguna expectativa en concreto. 🙂
En lo que dices sobre las ilusiones que nacen del enamoramiento coincido totalmente. Es un error que cometemos muchos: el de atribuirle a alguien características que nos gustaría que tuviese, cuando apenas le conocemos, y luego descubrir que no se trata del ideal que hemos fabricado, sino de una persona distinta (la persona real).
Gracias por el aporte, Trin!