No es la primera vez que apuntamos ideas para hacer frente a un mal día. Ya lo hemos hecho aquí y aquí, por ejemplo.
Esa es la idea más importante de todas. (Explicada aquí, en un minutito.)
Pero la variedad nunca está de más. Porque así puedes elegir qué es lo que mejor se adapta a ti y a ese día borrascoso que estás viviendo.
En esta ocasión, nos fijamos en 4 ideas propuestas por Bite Size Wellness (un sitio que, como éste, habla de bienestar y esas cosas).
Vienen al pelo para capear ese día en el que el exceso de tareas pendientes o algún contratiempo te han dejado la energía por los suelos y el mal humor por los aires.
Ideas para enfrentar un mal día como este
Comenzamos por la más importante…
1. Recuérdate que es temporal
Estás teniendo un mal día (quizás, una mala racha). Pero esto tiene fecha de caducidad. Mañana mismo puede ser diferente.
La vida es cambio continuo.
2. Échale un vistazo a lo que se avecina
¿Tienes en perspectiva algo que te haga ilusión? ¿Unas vacaciones? ¿Un fin de semana tranquilo y sin sobresaltos? ¿Algo divertido, quizás?
El truco de dejar de prestarle atención al agobio de este día para mirar por un momento algo bueno que se acerca… ¡funciona! Te da vidilla y recuperas fuerzas para seguir al pie del cañón.
Y, si en tu agenda no tienes nada previsto que te anime, prográmalo ahora mismo: Ir al cine, dar un paseo por el monte… Lo que sea que te guste.
3. Piensa en 5 cosas por las que te sientas agradecido
Pensar o incluso hacer una pequeña lista con ese tipo de cosas positivas que hay en tu vida también es de gran ayuda. Hace que no vuelques toda tu atención sobre lo malo que acontece y que mires el panorama completo.
En la vida de todos nosotros hay problemas y situaciones que no marchan tan bien como sería deseable. Pero también hay muchas «bendiciones», grandes y pequeñas.
Cuando estás de capa caída es la ocasión ideal para recordarlas.
4. Date un respiro de 5 minutos
¿Estás a punto de tirarte de los pelos? Concédete un mini-descanso de emergencia.
Cinco minutos bastan para hacer una llamada telefónica a un amigo, para hacer unas cuantas respiraciones profundas o para desahogarte de alguna manera creativa (como encerrarte en una habitación y bailar enérgicamente la canción más hortera del verano).
Esa pequeña distracción también te servirá para recargar baterías y para que te echen lo que sea en este día tan pesado. ¡Arriba con él!
Imagen de Nwardez