¿Manejas alguna agenda para anotar tus citas y tareas?
Hasta hace poco, yo me organizaba muy bien anotando a mano todo lo pendiente. Pero, a medida que fueron aumentando las actividades, encontré una herramienta que me hizo más eficiente: Google Calendar.
Al principio no estaba muy convencida de usarla. Su desventaja principal es que necesitas una conexión a Internet. No obstante, le di una oportunidad hace unos cuantos meses… y no me arrepiento.
Las ventajas de su uso han vencido sobre mi reticencia inicial. ¿Cuáles son? Aquí te cuento las que, para mí, son las más interesantes.
1. Separas lo profesional de lo personal
Google Calendar te permite crear distintos calendarios.
Dependiendo de tus necesidades y preferencias, quizás tengas uno para el trabajo, otro para las tareas personales, otro para celebraciones (cumpleaños, fiestas, etc.).
En mi caso, sólo tengo un calendario donde anoto todas las tareas y eventos. Las clasifico por colores según su tipo, ya sean tareas personales o del trabajo.
Me es funcional abrirlo y, de un sólo vistazo, saber qué voy a hacer y dónde me están esperando.
2. Compartes tus horarios
Puedes compartir tu calendario al completo o actividades individuales con otras personas.
Esto es muy útil, tanto en el trabajo como en lo personal, porque se agiliza la coordinación entre quienes participen en el proyecto o la actividad que sea.
En mi caso, no uso esta opción. De momento no me hace falta.
3. Liberas espacio físico y mental
Tu agenda está disponible dondequiera que haya conexión a Internet. Así, no tienes que llevar la agenda física contigo.
Y más útil incluso es la posibilidad de anotar al instante las tareas que surgen, en lugar de dejarlas en la cabeza, donde también ocupan espacio y generan tensiones.
Ésta es una de las grandes ventajas, para mí. No dejo bailando todas las tareas pendientes en mi cabeza. Cuando surgen, las anoto en Google Calendar y sigo concentrada en lo que estoy haciendo.
Una mente despejada ayuda a la productividad, cómo no.
4. Anotas todos los detalles fácilmente
Cuando programas una cita, rellenas todos los detalles que consideres necesarios (día, lugar, teléfonos, otras notas…). En una agenda convencional quizás no tienes el espacio. Pero aquí, sí.
Una vez anotada, puedes volver a ella: consultas la cita, la modificas o la eliminas con unos cuantos clicks. Es cómodo y ahorra tiempo, ¿no crees?
5. Programas recordatorios
Si tienes un teléfono móvil sincronizado con tu cuenta de Google (Gmail), ya no podrás decir: “¡Oh, se me olvidó que habíamos quedado!” (Con lo buena que era la excusa…)
En el mismo momento en el que programas la cita, le dices a Google que te la recuerde con la antelación que tú consideres apropiada. ¡Y te despreocupas! Calendar te avisará.
El problema para mí es tener cerca el teléfono. 😀
Es un aparato al que no le doy mucho uso. Pero, aun así, me ha recordado cuestiones importantes que se me han ido de la cabeza. (Ejemplo: Pagar el hosting. Casi nunca me acuerdo de cuándo toca.)
6. Reorganizas tus tareas rápidamente
¿Surgen imprevistos y tienes que reorganizar la agenda? En una física es más engorroso el proceso. En cambio, con Google Calendar mueves las citas de un lado a otro sólo arrastrándolas con el ratón.
Mucho más limpio y rápido. No tienes que re-anotar nada.
Ahí está. Otra característica que me tiene encantada.
Quizás tú encuentres aún más ventajas, si usas esta herramienta. He querido compartir las mías contigo por si no es el caso y se te ocurre probarla.
El requisito fundamental para usar un calendario de esta manera es respetar los eventos que programas. Si has quedado contigo para hacer tal cosa a las 10, eso se cumple… ¡SIEMPRE! Lo que está en el calendario, se hace.
Aunque tal vez tú tengas otro estilo…
Como sea, elige siempre lo que mejor funcione para ti. 😉
Image By Valentyna Sagan (Own work) [CC-BY-SA-3.0], via Wikimedia Commons