Por buena que sea una página de Internet o un libro lleno de maravillosos consejos, habrás de seleccionar qué artículos, capítulos o puntos son los que se adaptan a ti y a tu situación personal.
En este blog, por ejemplo, yo trato de compartir información y reflexiones que sean útiles para cuanta más gente, mejor.
Pero sé que, por mucho que me esmere, ni un sólo artículo será aplicable al 100% a cualquier persona que lo lea.
Lo que suelo hacer es ofrecer temas, situaciones, ideas y hasta puntos de vista diferentes sobre una misma cuestión.
Y el objetivo de esto es que tú, que lo lees, puedas quedarte con lo que te es útil.
Elige lo que te sirva
Tanto en esta página como en otras en las que busques información, sáltate lo que no tenga que ver contigo.
Por ejemplo, si aquí hay un artículo que habla sobre lo maravilloso que es levantarse temprano y tú eres un ave nocturna, el tema te va a interesar muy poco.
Y, en caso de que sí te interese el tema de madrugar pero hay un par de puntos que no se adaptan a ti, haz lo mismo: sáltatelos.
Una manera de darte cuenta rápidamente de si un artículo (en este caso) va a ser útil para ti es leyendo el principio. Con eso te das una idea del contenido general, de cómo está escrito y de hacia quién va dirigido.
Y si aterrizas en una página nueva y no estás muy seguro de si allí hay algo que te sirva, con leer un poco de los anteriores artículos que se hayan publicado, te das cuenta de si estás en una página útil (para ti).
Busca más referencias
Si hay un tema importante para ti, no te conformes con lo que diga una sola persona. Ten en cuenta que cada autor es muy diferente. Cada uno tiene sus valores, su personalidad, su formación y se basa en experiencias y fuentes distintas a la hora de escribir.
Especialmente en temas “educativos” como los que tocamos aquí, es preferible que tú contrastes información y puntos de vista para que puedas elegir con qué quedarte y formar tu propia opinión.
Porque es muy probable que yo defienda un argumento y en un blog vecino estén defendiendo el contrario. Y eres tú quien tienes que decidir qué te convence más, qué se ajusta mejor a tu situación, a ti, a tu vida.
Por eso, quédate con lo que te sirva y el resto… (ya sabes).
Comentarios
2 respuestas a «Quédate con la información útil (y el resto, fuera)»
Muy buen artículo! 😉
Gracias, Nany! 🙂