La humildad es una característica muy poco moderna, ¿no te parece?
En estos tiempos prima destacar, saber venderse, disimular los defectos y no pronunciar la palabra «fracaso», no sea que nos relacionen con ella.
Por mi parte, no critico eso. Cada uno tiene derecho a elegir su propia filosofía de vida y sus principios de actuación. De lo que puedo hablarte es de uno de los principios que han enriquecido mi vida. Me refiero a la humildad.
No es que yo sea una persona muy humilde. A ratos soy soberbia para dejármelo de sobra. Pero, entre esas dos actitudes (humildad y soberbia), la primera es la que me hace más feliz.
Enseguida te cuento porqué. Antes, situémonos en el punto de partida.
Quién es humilde
Para mí no es quien agacha la cabeza sin rechistar ante alguien más fuerte. De acuerdo. Eso es humildad, pero no es la actitud positiva a la que me refiero.
Mi concepto de «humildad» está más relacionado con una persona que…
- Es consciente de sus virtudes y defectos.
- Admite sus fallos y fracasos (sin sentirse menos).
- Y celebra sus éxitos (sin sentirse más que otro).
Cuáles son las ventajas de ser humilde
Yo tuve que vivir sonados fracasos para darme cuenta de que ser humilde es una actitud rentable.
Porque, cuando la vida va más o menos bien (digamos que en una etapa de relativo éxito), estás acompañado y hay gente alrededor que tiene ciertas expectativas sobre ti. Es estupendo.
Pero, cuando llegan problemas serios o el temido fracaso (y, tarde o temprano, a todos nos llega alguno), mucha de esa gente se va.
En la soledad del fracaso, la soberbia y la vanidad quizás hagan poco por ti comparado con lo que puede hacer la humildad.
- Con la humildad pones los pies en la tierra.
- Aceptas el revés que has recibido.
- Te responsabilizas de tus errores.
- Y… ¡te dispones a remontar!
La humildad es una actitud ligada a las ganas de aprender y al afán de superarte, sin necesidad de demostrar de cara a la galería que eres mejor que otro. Es la actitud del aprendiz.
Todas las personas tienen el mismo valor. Y sólo una persona humilde es capaz de apreciarlo, aprendiendo de cada una de esas personas y celebrando la excelencia dondequiera que se halle.
Eso fue lo que aprendí: Especialmente para superar una mala etapa, la humildad es más útil que la soberbia.
Y, por el mismo precio, recibí una lección adicional que no esperaba: Eres más feliz cuando celebras los logros, virtudes o experiencias positivas de otros, que cuando pasas la mayor parte del tiempo concentrado sólo en ti mismo y tus circunstancias.
No quiere decir que todo esto funcione igual en tu caso. Pero, ahí está. Siempre puedes comprobarlo por ti mismo.
Comentarios
2 respuestas a «¿Tiene alguna ventaja ser humilde?»
Totalmente de acuerdo!!!!…
Que bien nos iria todos si todos fueramos un poco mas Humildes…
Salu2
Gracias, Michel. Vamos a intentarlo, entonces. 🙂
Saludos!!