Te caen una avalancha de trabajo, una montaña de problemas u otras tensiones. Y tú vas a aguantar el tirón.
¿Por qué? Porque no es la primera vez que lo haces.
Bueno. Pongamos que el panorama pinta fatal.
Aun así, aunque sientas que no te llegarán las fuerzas, tampoco será esta la primera vez en la que te sorprendas de tu propia resistencia.
Y, para redondear, atravesando este episodio estarás alimentando tu capacidad para resolver situaciones engorrosas.
Así que… ¡adelante!
Vas a aguantar el tirón… ¡otra vez!
Las complicaciones tiran de ti emocionalmente. Hasta que, sin darte cuenta, te sumerges en el agobio, la crispación, el mal humor o el abatimiento.
Mantener el tipo es sencillo en etapas calmadas o ante complicaciones de poca monta. Cualquiera puede sacar su lado más bonito en esos casos. Cualquiera puede hacerse el sabio o el maravilloso.
Pero no todo el mundo puede mantener la compostura cuando el estrés tira fuerte. Ahí es donde se ve cómo es realmente una persona, cuál es su verdadero carácter.
¿Sabes? Yo he notado cambios en esto. No te voy a contar que siempre aguanto el tirón como una campeona. Pero sí te digo que he ido mejorando.
Antes, me dejaba caer más fácilmente. O, aunque saliera victoriosa de la situación, pasaba peor por ella.
Me quejaba más. La frustración se me agarraba al estómago. Participaba en torneos de sufrimiento, donde competía con otros (para ver quién estaba sufriendo más).
Eso ha ido cambiando y sigue cambiando.
- Primero, gracias a darme cuenta de que el estrés tira hasta hacerme sacar la peor parte de mí.
- Y, después, practicando respuestas alternativas.
Seguramente, no estoy sola en esta práctica. Si tú estás hoy aguantando el tirón, nos hallamos practicando a dúo.
Y, si no te ves con fuerzas, date la oportunidad de intentarlo.
Puede que no necesites guías espirituales, un curso o un tutorial que te diga, paso a paso, cómo resolver lo tuyo sin tirarte de los pelos o desgreñar a otro.
Puede que solo necesites práctica. Considera esa posibilidad.
Aunque no te lo parezca, en las situaciones críticas hay grandes ganancias. La paciencia, la templanza, la confianza en ti mismo… De ahí se sacan. Son oportunidades para crecer.
Eric dice
Hola, Casandra, te escribo desde Chile para felicitarte.
Hoy, por casualidad, mientras lavaba algunos platos del almuerzo, me encontré con tu canal de YouTube. Escuché seis o siete videos de una vez y me suscribí.
¿Qué es lo que me ha cautivado? Sentir que eres alguien que está trabajando, tratando de integrar a su propia vida lo que transmite. Eso me lo ha confirmado este blog.
Felicitaciones, haces un gran trabajo.
Casandra TBM dice
Muchas gracias por tus palabras, Eric.
Hace unos meses que tengo el vídeo dejado, pero lo voy a retomar en breve. Esa es la idea. 🙂
Ojalá que pueda transmitir «ganas de hacer cosas», siquiera para que todos avancemos en lo que nos gusta o en lo que queramos hacer por otros motivos, ja, ja…
Nos seguimos viendo. ¡Saludos!
Juan Manuel Soler dice
Leerte Siempre alienta.
Casandra TBM dice
Muchísimas gracias, Juan Manuel.
Leer tu comentario también me alienta a mí. 🙂