• Skip to primary navigation
  • Skip to main content

Tus Buenos Momentos

Productividad y hábitos saludables

  • Productividad
  • Hábitos
  • Objetivos
  • Bienestar
  • Show Search
Hide Search

Estás en: Hábitos » Cómo romper con las excusas

Cómo romper con las excusas

¿Te interesa una vía rápida para romper con las excusas?

Esta es rápida. Que sea más fácil o más difícil, es otra historia.


Aquí tienes 6 opciones que puedes emplear para deshacerte de las excusas que inventas en contra de tus intereses. A ver cuál te sirve.

Contenidos

  • Cómo romper con las excusas
      • 1 – Ver el lado positivo
      • 2 – Responsabilizarte
      • 3 – Encontrar una solución
      • 4 – Encontrar una buena razón
      • 5 – Apoyarte en alguien (o apoyar tú a alguien)
      • 6 – Lanzarte
  • La diferencia entre una razón de peso y una excusa
    • Atención a estas dos señales
    • 3 Ideas más para romper con las excusas recurrentes
      • 1. Usa tus valores como brújula
      • 2. Piensa más allá del corto plazo
      • 3. Cambia de perspectiva

Cómo romper con las excusas

¿Cuántas veces hemos evitado hacer algo con una excusa? Seguro que algunas.

¿Y cuántas veces la excusa solo ha sido un medio para librarnos de algo, más que una razón de peso?

Unas pocas también. ¿O no?

No tengo ganas. Hace calor. Estoy triste. No soy capaz. Me da miedo. Estoy muy gordo para eso. Me duele el meñique. Soy torpe. Etcétera.

A veces hay motivos justificados para dejar de hacer algo. Pero otras veces estos se enmascaran detrás de excusas convincentes. Primero para nosotros mismos y luego para los demás.

stop excusas

La razón para acabar con las excusas es convertirnos en personas más positivas y productivas.

No a todo el mundo le interesa esto. Pero si a ti sí, puedes echarle un vistazo a los párrafos siguientes.

Esto es lo que puedes hacer ANTES de acudir a una excusa para que te libre de lo que no te apetece hacer cuando te conviene hacerlo.

1 – Ver el lado positivo

La excusa irrumpe por arte de magia cuando no tienes ganas de hacer algo. No ves la oportunidad. No ves la ventaja que tiene hacerlo.

¿Y si te fijas en las ganancias? Si miras lo que ganas haciendo eso que no te apetece, puedes derribar tus excusas.

2 – Responsabilizarte

Conozco yo a uno que nunca limpia en casa. En verano, porque hace calor y en invierno, porque hace frío.

Aquí tenemos un clima muy extremo, siempre hace frío o calor. ¿Adivinas cuando limpia? (Acertaste: NUNCA.)

Si no ves la tarea como algo de lo cual eres responsable, cualquier excusa te parecerá buena para no ponerte con ella.

3 – Encontrar una solución

Si eres tan inteligente como para encontrar una excusa muy convincente, también lo eres para encontrar una solución.

¿Qué ocurre? ¿No tienes tiempo? Levántate antes.

¿Te sientes incómodo en ese sitio con la compañía de Fulanito? Pues no lo mires… Seguro, seguro que se te ocurre algo.

Busca la manera de hacer lo que conviene a tus intereses.

4 – Encontrar una buena razón

Si te estás librando de hacer algo que en su día empezaste con muchas ganas, reactiva tu motivación.

Vuelve a pensar en los motivos por los que comenzaste. O por los que esa tarea o actividad sigue en tu lista.

Mira tu meta. ¡Sigue ahí!

5 – Apoyarte en alguien (o apoyar tú a alguien)

Haz lo que necesites hacer con otra persona. O, si esa persona está en la misma situación que tú, podrías sugerirle un apoyo recíproco.

Cuando no estás solo, sino que alguien más está pendiente de que hagas lo tuyo, eliminas unas cuantas excusas.

6 – Lanzarte

Así, sin pensar… ¡A la brava! Hazlo sin más.

Esta idea, tan simplísima, es de una eficacia aplastante. ¿A que te consta?

 

Pues eso, como sea: ¡lánzate!

No te engañes a ti mismo. Porque el precio es dejar de avanzar en lo que es importante para ti. Hoy rompe con las excusas.

Inspirado en: «How to Kill Your Excuses«, de Leo Babauta.

Pero, un momento, lo anterior vale cuando has identificado una excusa. ¿Y si no es así? ¿Cómo distingues una excusa de una razón legítima que te impide actuar?

Actualizo la entrada para añadir ESTO:

La diferencia entre una razón de peso y una excusa

Ante ti surge una misión poco agradable. Pero en la mano tienes la llave para escapar de ella: No tengo tiempo.

Utilizo la excusa del tiempo porque es muy recurrente. Podría ser cualquier otra. Las hay tan buenas que incluso nos engañan a nosotros mismos.

La excusa de la falta de tiempo es una de las que yo utilizo más. Esa y la de: “Estoy cansada”.

Lo curioso de esta última es que no miento, para nada.

El cansancio me invade en cuanto pienso en lo poco que me gustaría hacer lo que tengo delante.

¿Te ha pasado a ti?

¿Cómo sabes si el cansancio es real o te ha sobrevenido para escapar de lo que no te apetece? Lo segundo sería una excusa.

Atención a estas dos señales

En FastCompany nos apuntan dos síntomas para distinguir una razón objetiva de una excusa.

  1. Que sea muy recurrente. Un cuento repetido. Se presenta la situación, que bien podría ser una reunión plasta, y… ¡oh, qué cansancio!
  2. Que la situación provoque emociones incómodas. Y, claro, la excusa proporciona una salida inmediata. No tengo que pasar el mal rato. ¡Bien!

Yo lo veo claro en ciertas reuniones o compromisos. A veces es muy cierto que no tengo tiempo o que estoy cansada. Otras, es una profecía que se cumple.

¿Estoy cansada? Sí.

Aunque la razón real y objetiva es otra: No me da la gana. Razón que es tan legítima como la del tiempo o la del cansancio, pero que está peor considerada socialmente.

3 Ideas más para romper con las excusas recurrentes

objetivo difícil

Una vez que identificas una excusa recurrente, que te ayuda a escapar cada vez que quieres huir de un marrón, puedes actuar sobre la razón real que hay detrás.

Si, por ejemplo, a mí no me da la gana de ir a una fiesta ruidosa, porque he planeado otra actividad (más divertida y productiva), no voy a actuar sobre la razón real. Es buena para mí.

Pero, ¿y si lo que me detiene es el miedo a la situación social?

¿Cómo voy a aprender a desenvolverme en ciertas reuniones, si cada vez que se presentan, escapo con la excusa del cansancio?

Vayan estas ideas para romper con las excusas que entorpecen tu progreso.

1. Usa tus valores como brújula

Sigo con el ejemplo de las fiestas y reuniones, pero tú puedes trasladarlo a la situación que gustes.

Mi hermana me invita a una celebración, a la que acudirá mucha gente desconocida para mí. ¡Qué incómodo! ¡Qué pocas ganas! Esa es la emoción del momento.

La emoción conduce a razonamientos, en apariencia, muy sensatos: “Estoy hecha polvo y al día siguiente tengo que madrugar. ¡Qué cansancio!”

Listo. Ya he escapado.

¿Qué pasaría si, en lugar de guiarme por las emociones incómodas y los pensamientos que salen de ahí, me guiara por mis valores?

Para mí es importante cuidar de mis relaciones cercanas. Mi hermana es importante. Compartir este momento con ella va a ser muy positivo para nuestra relación.

Si tengo mis valores en cuenta y éstos son más fuertes que la excusa, podría tumbarla. Y esto vale para otras situaciones.

2. Piensa más allá del corto plazo

Ahora, hablemos de ti. Hay una conversación a la que estás dando largas, escudándote en que estás muy ocupado. 😉

Esa es la excusa, porque llevas meses procrastinando con la misma cantinela. La razón real es que la conversación promete ser tensa, muy incómoda.

La postergas una y otra vez: “Hoy, no. Tengo mucho lío.”

A cortísimo plazo te sale bien, porque te libras del mal rato. Pero, ¿y si pensaras más a largo plazo?

Imagínate de aquí a un año, por ejemplo, sin mantener esa conversación. O habiéndola afrontado, ¡de una vez! ¿Qué tal estaría el panorama?

Eso también puede animarte (o animarnos) a saltar sobre las excusas. Vamos con la última idea.

3. Cambia de perspectiva

A veces ocurre que llega una persona a pedirte opinión o consejo sobre un asunto. Y, como observas la situación a distancia, puedes darle unas cuantas ideas útiles.

Quizás no lo hubieras tenido tan claro, si hubieras sido tú quien estuviera pasando por esa situación y los árboles no te hubieran dejado ver el bosque.

Esto también puedes usarlo (o podemos) frente a las excusas. ¿Qué le aconsejarías tú a alguien que pasara por lo mismo?

Espero que estas ideas nos sirvan, tanto para identificar mejor las excusas, como para deshacernos de aquellas que perjudican nuestro progreso.


Si te gusta la entrada, comparte, por favor...

en Twitter en Facebook

Publicado por: Casandra TBM, en 16/01/2018.

Google
Búsqueda personalizada
  • Facebook
  • Twitter
  • Youtube

Reader Interactions

© 2010-2019 Tus Buenos Momentos | Sobre TBM | Política de privacidad | Contacto

 

Tus Buenos Momentos participa en el Programa de Afiliados de Amazon EU, un programa de publicidad para afiliados diseñado para ofrecer a sitios web un modo de obtener comisiones por publicidad, publicitando e incluyendo enlaces a Amazon.es.

Este sitio utiliza cookies con fines de seguridad y estadísticos. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso. Aceptar Más información
Más información

Necesarias Siempre activado