Cierra una tienda. Por el cierre del negocio, ofrece un descuento apabullante en todos sus artículos. Seducida por el cartel, una masa de clientes compra con la ilusión de llevarse un chollo a casa.
Quienes compraron lo que necesitaban hicieron un buen negocio. Los demás, tal vez, perdieron más de lo que ganaron con el descuento.
Comprar a lo loco no suele ser rentable, porque el bienestar que experimentas en ese rato o el descuento que obtengas no quitan que estés pagando dinero por algo que no necesitas. Aunque pagues el 20 % de su precio habitual, no deja de ser caro.
No te fijes sólo en el precio de la etiqueta
- Fíjate en el tiempo que tardas en juntar esa cantidad de dinero.
- En las necesidades que podrías cubrir con el dinero que gastas en compras superfluas.
- Fíjate en las compras que SÍ te apetecen y dejarás de hacer por haber agotado el presupuesto.
- Fíjate en el espacio que ocupa lo que compras; en la organización, la limpieza u otro mantenimiento que precise.
- En el trabajo que tendrás cuando decidas sacar el objeto de casa. ¿Lo venderás? ¿Lo donarás? ¿Tal vez, lo guardarás en un trastero?
Tengo la sensación de que mi pueblo no es especialmente consumista. Sin embargo, cada vez más, veo anuncios de trasteros que se alquilan. Supongo que unos cuantos los usan personas que viven en sitios pequeños, con poco espacio.
Quiero pensar que la mayoría de la gente que usa estos trasteros está en una situación eventual de cambio de domicilio, por ejemplo. Pensar que acumulan cosas a la ligera y que, además de comprarlas en su día, paguen por un trastero, me viene largo.
Aun así, por largo que me venga, alquilar un sitio donde guardar trastos es muy habitual en EE.UU. El negocio de alquiler de espacios para almacenar cosas goza de muy buena salud.
Una de cada once familias alquilan trasteros, según las encuestas, sin que en todos los casos esté relacionado con un cambio de residencia, que allí es muy habitual. ¿Merece la pena ese gasto extra?
Si merece la pena, estupendo. Si compras lo que necesitas o algo que va a mejorar tu vida (en cualquier sentido), maravilloso.
Y si pasas un kilo de las consecuencias de comprar por impulso, también está bien para ti, que es de lo que se trata.
Esto es sólo una invitación para pensar ANTES de comprar ese bolso, pantalón o aparato que NO necesitas. ¿Es un buen negocio? Adelante con lo que decidas.