No me puedo concentrar. ¡Es imposible!

Lo intentas infructuosamente. Estás a punto de darte por vencido: ¡No me puedo concentrar!

Concentrarse en una actividad supone meterse de lleno en ella, sin que lo demás interfiera.

Los estudiantes conocen perfectamente la importancia de esta capacidad, aunque todos la necesitamos a lo largo del día.

Hoy proponemos ideas para poner a tono la concentración, especialmente dirigidas a esas personas que pasan por una etapa de «dispersión» y a aquellas que dicen tener muy poca capacidad para concentrarse.

concentración

Veremos que, con un poquito de estrategia, todos podemos mejorar en este asunto.

Podemos concentrarnos un poco mejor, ganando no solo en rendimiento sino también en la manera de aprovechar cada instante.

Manos a la obra…

Lo más básico

Las medidas básicas ya las conoces y ya hablamos de ellas por aquí. Resumiendo, esto es lo que haces cuando estás a punto de iniciar algo que exige concentración:

  • Tu alimentación es la adecuada: No tienes hambre ni tampoco acabas de atiborrarte justo antes de empezar el trabajo. Bien.
  • Estás descansado: Has dormido bien y tienes la energía que necesitas.
  • Has tenido en cuenta el entorno: Estás en un sitio tranquilo, en el que has eliminado todas las distracciones que has podido.
  • Tienes a mano lo que necesitas: Desde el botellín de agua a las herramientas o material de consulta que vas a utilizar.
  • Estás a solas, o bien, en compañía de alguien que no va a ser un obstáculo en tu concentración.
  • Sabes qué vas a hacer: Tienes claro el objetivo específico en el que vas a trabajar en este tiempo. Ejemplos: repasar un tema, hacer unos ejercicios, desarrollar el apartado Z, etc.

Eso es lo más básico, lo esencial para poder concentrarte. Si todo esto está bajo control, pasemos al siguiente punto.

La actitud cuenta

Los preparativos sirven de poco si tu actitud no acompaña.

Si estás teniendo problemas para concentrarte, no te digas a ti mismo que no puedes, que no tienes esa capacidad. Con esto te estás boicoteando y haciéndolo más difícil.

Por el contrario, dite a ti mismo que sí puedes mejorar tu concentración. Y que conste que no es optimismo. Es realismo puro. Si te entrenas, claro que puedes mejorar.

¿Cómo?

El entrenamiento

El entrenamiento tiene lugar en tu vida cotidiana y no únicamente cuando estás en frente de la tarea que te exige concentración.

Estas medidas te servirán:

1. Acostúmbrate a hacer una cosa cada vez y préstale toda tu atención, aunque no sea nada del otro mundo. Con esto te estás entrenando. Cuando realizas varias tareas a la vez, dividiendo tu atención, no.

Si eso te resulta difícil, tienes un truco que puede servir: Imagínate que es la última vez que lo haces.

2. Sé paciente y considerado contigo mismo, cuando te sorprendas pensando en algo distinto o estés totalmente desconcentrado. Inténtalo de nuevo.

3. Aplaza las preocupaciones y problemas que ronden por tu mente. Haz un pacto contigo mismo. Puedes retomar esos pensamientos más tarde.

4. Ve muy poco a poco. Intenta concentrarte por un período de tiempo muy corto: 5 o 10 minutos, por ejemplo. Después, 5 más. Luego, otros 5… Cuando ya lo hayas logrado, aumenta ese tiempo.

5. Hablando de eso mismo, usa técnicas que están pensadas para ese propósito (controlar el tiempo que dedicas a la tarea), como la técnica pomodoro o cualquier variante del time boxing.

La técnica pomodoro funciona muy bien cuando te cuesta concentrarte. Resumiendo, se basa en dividir la tarea: Trabajar enfocado en un bloque por 25 minutos (o los que tú consideres). E introducir pequeños descansos entre bloque y bloque.

6. Si no te gustan o no te sirven esas técnicas, lo que sí es necesario es que, antes de empezar, fijes un tiempo para terminar.

7. Y, del mismo modo que decides a qué hora vas a terminar, decide cuál va a ser tu recompensa para cuando hayas terminado. ¿Por qué no tener un pequeño aliciente? 😉

Cuando practiques con estas ideas, ya verás como acaba notándose, incluso en «casos desesperados».

Te lo digo yo, que me faltaba concentración hasta para ver una película de una sentada. Imagínate.

¡Ah! También puedes entrenar la concentración expresamente practicando alguno de estos ejercicios: 11 Ejercicios para entrenar la concentración.

Imagen de mrehan